El gobierno cubano avanza lentamente en las negociaciones con Estados Unidos debido a que muchas decisiones deben ser aprobadas antes por altos mandos de su administración, dijo el miércoles Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental.
«Las cosas deben avanzar. Podemos ayudar, estamos ofreciendo ayuda, pero eso debe ser, al final, la decisión del gobierno cubano», dijo Jacobson sobre las relaciones de ambos países durante una cumbre en Nueva York. «El motivo por el cual hay esta nueva política (de apertura) es que ya no va a ser el gobierno estadounidense el que frene las cosas», agregó.
Jacobson dijo que en el sistema político cubano hay un verdadero «embudo» que sólo permite a ciertas personas tomar decisiones.
«Ese es un tema de control, pero que también hace que las cosas avancen lentamente», señaló Jacobson quien, aun así, dijo que se ha logrado progresar en las negociaciones para implementar una embajada estadounidense en La Habana.
Estados Unidos y Cuba anunciaron en diciembre su intención de iniciar un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, inexistentes desde hace medio siglo.
Desde entonces muchas cosas han cambiado y ambos gobiernos se han sentido un poco abrumados, dijo Jacobson.
La funcionaria señaló que desde que las delegaciones estadounidenses y cubanas se han reunido en enero, febrero y marzo se ha registrado «mucho progreso» en la negociación para establecer una embajada estadounidense en La Habana.
«Estoy convencida de que llegaremos a ese momento», señaló Jacobson. «Ese es uno de los temas más importantes en nuestras conversaciones. Una de las razones por las cuales las cosas tardan es que necesitamos ciertas cosas para hacer funcionar una embajada».
Jacobson dijo que no promete que la futura embajada funcione exactamente como la embajada estadounidense en Londres pero que se hará todo lo posible para que funcione como la que está ubicada en Moscú o China.
«Una de las cosas que ha sido difícil es asegurar que haya un verdadero acceso para la gente, especialmente para los estadounidenses que necesitan servicios», dijo Jacobson en relación con la sede diplomática. «Necesitamos que éstos estén disponibles a estadounidenses y cubanos de la misma forma».
Estados Unidos y Cuba han acordado hacer citas para hablar de temas específicos como telecomunicaciones o derechos humanos.
Si las negociaciones a un primer nivel prosperan, se espera una próxima apertura de embajadas y posteriormente la normalización de las relaciones, que podría incluir el levantamiento del embargo que Washington impuso sobre la isla en la década de 1960 para presionar y lograr cambios en el modelo de gobierno cubano.