Con una estructura fracturada por la desidia, se pierde en el olvido el mítico monumento que rememora la hazaña de José Félix Ribas y Jacinto Lara el 22 de julio de 1813 quienes, al mando de un ejército de 500 hombres, vencieron al imperio español imponiendo una proeza que quedó plasmada para la historia como La Batalla de Los Horcones. Cruzada occidental que representó uno de los últimos pasos para la materialización de la Campaña Admirable.
El monolito ubicado en la urbanización La Batalla, parroquia Juan de Villegas, presenta evidentes signos de deterioro. Las filtraciones han vulnerado el monolito de concreto y agrietan progresivamente las láminas de cerámica que lo recubren, evidenciando el esqueleto de cabillas. También, se denota el deterioro de la torta de tres pisos que conforma la base de la obra. Rayones y grafitis en el obelisco terminan de afear el recuerdo de nuestra historia.
Las inmediaciones del monumento están en las mismas condiciones. Una extensa cobertura de maleza y plantas secas le restan vistosidad; al igual que montones de basura y desperdicios sólidos desechados por la inconciencia ciudadana. Asimismo, no cuenta con iluminación alguna.
En las noches el espacio es utilizado para acciones delictivas o inmorales. La comunidad denunció que los
índices de inseguridad en la zona han ido en ascenso. Las vías de acceso al monolito son deplorables. Los habitantes del sector indican que caer en cada hueco resta vida útil a sus vehículos. Esta zona tiene más calles de tierra que de asfalto.
La obra arquitectónica erigida en 1930 no es ni la sombra de lo que fue cuando la inauguraron. Lejos quedó de ser un espacio público y patrimonio histórico para el disfrute de los ciudadanos. Los organismos gubernamentales tienen una deuda pendiente con los héroes de la patria.