Establecer un punto de inicio para la actual escasez de productos alimenticios pareciera complejo. Si bien, años atrás algún rubro de producción nacional podía reducir su oferta, inmediatamente era repuesto con la importación, lo que sumado a controles de precio y cambio, generó un desestímulo de los sectores criollo y por tanto, una hiperestimulación del comercio con mercados extranjeros.
El economista y director de Datanálisis, Luis Vicente León, comentó que si bien los índices varían de acuerdo al producto, se podría calcular una escasez promedio en comercios del país, cercana al 57%. Se trata de artículos que en su mayoría son de tipo regulado, lo que corroboraría la tesis de múltiples productores, quienes señalan que toda regulación de precios genera escasez del bien o servicio, por limitar o acordonar a los sectores, en medio de una “economía que es incapaz de mantener o mejorar sus índices económicos”.
Aceite de maíz, café molido, azúcar, harina de maíz, margarina y leche en polvo, comentó, son productos con niveles de escasez en comercio, superiores al 80 %.
Vale acotar que según informe del mes de febrero del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), 17 de los 58 productos que integran la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), presentan problemas de escasez, lo que representaría el 29,3 % de la medición.
Entonces, se suman a los ya mencionados la sardina regulada, pollo, mayonesa, carne de res, pernil, queso blanco duro, lentejas, arroz, harina de trigo, pasta regulada y queso amarillo.
Es de recordar que en marzo de 2014, según últimos datos disponibles del Banco Central de Venezuela (BCV), la escasez se había fijado en un 29,4 %.
León sostuvo que la razón de esta crisis son el control cambiario y control de precios, ya que ambos históricamente han generado escasez, debido a que se alteran las relaciones, hiperestimula la demanda del bien, limita la producción por falta de materia prima e impide establecer una estructura de costos acorde con la realidad.
Señaló que en muchos de los casos de productos escasos, los consumidores pagan un precio “irreal”, muy por debajo de sus costos de producción.
Asimismo, recordó que Venezuela también había registrado situaciones de escasez en los gobiernos de Luis Herrera Campins y Rafael Caldera, por controles de precio y cambios.
El analista económico sostiene que la solución sería la eliminación de dichas regulaciones, a fin de estimular el aparato productivo.
Escasez en los hogares
El director de Datanálisis agregó que la escasez en los hogares venezolanos es cercana al 20 % y esto se debe a que los ciudadanos han adoptado un patrón de acumulación de inventario, por lo cual suman reservas de productos en sus hogares, a fin de garantizar, en la medida de lo posible, bienestar.
Estas son adquiridas a través del mercado informal, donde se abastecen a precios superiores a los que se encuentran en el mercado formal.
Cae intención de siembra
Para Gerson Pabón, director de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), la crisis por escasez inició con el abandono y desplazamiento del sector agropecuario en Venezuela, que no por nada es conocido como sector primario.
Sostiene que bajo las condiciones actuales, la intención de siembra nacional podría haber caído entre un 40 % y 45%.
“No contamos con las herramientas, los agroquímicos ni las semillas que necesitamos. Cada vez que no obtenemos estos a tiempo pasan las temporadas y no tenemos producción”, comentó.
Sumado a ello, los costos han aumentado de manera exorbitante, ya que dependen de la importación, por lo cual muchos productores han optado trabajar sólo el 25 % de sus tierras, en el caso de hallar los materiales para la faena.
Asimismo, regiones como franja andina podrían entonces registrar una merma en la producción agropecuaria del 45 %, cifra que depende en gran parte de productos importados a un mercado paralelo, por lo cual se podría generar un incremento en los alimentos cultivados en Venezuela de hasta el 50 %, durante el segundo trimestre del año.
Fedeagro publicó que 8 de los 12 rubros vegetales de Venezuela, presentaron una caída en su producción. Estos son: maíz, tomate, sorgo, pimentón, caña de azúcar, café, girasol y papa. Cada uno está relacionado directa o indirectamente con los productos que presentan considerables márgenes de escasez en el comercio del país.
Pabón señaló que está situación fue alertada al Ejecutivo nacional. Sin embargo, no fue tomada en cuenta.
Comentó que con estas cifras Fedeagro no tiene intenciones de alarmar a la población ni desea formar parte de acusaciones de “guerra económica”. No obstante, “pareciera que el gobierno juega al fracaso del sector agropecuario nacional”.
Falta de materiales para producir
Apuntó que Venezuela no produce la cantidad de semillas requerida para el número de hectáreas aptas para el cultivo, por lo cual tres grandes empresas, durante varios años, se han dedicado a importarlas.
En la actualidad, el Gobierno sostiene con este sector una deuda que data de 2012. Ha abonado a la cuenta, pero la misma se sigue acumulando, por lo cual tampoco existe la disponibilidad suficiente de divisas para importarlas al país.
A esto sumó que las semillas, cualquiera que sea su tipo, no se adquieren con facilidad, sino que se deben solicitar de manera planificada, ya que las empresas del ramo, en su mayoría manejan importantes sectores comerciales del mundo, por lo cual los inventarios estarían comprometidos.
Semillas desde Colombia
A falta de materiales necesarios para la producción, miembros del sector, en especial de la región andina, han optado por traer de Colombia lo necesario para al menos, salvar el cultivo.
Sin embargo, esto triplica el costo de producción, lo que acentúa aún más la distorsión de precios en el mercado.
Si un agroquímico solía costar Bs 350 en Venezuela, el importado desde la hermana tierra sale en Bs 1.400, un valor cuatro veces más alto que el pagado en el país.
Pabón indicó que la caída de la agricultura en la región andina es cercana al 45%, cifra alarmante si se toma en cuenta que numerosas hectáreas de este territorio son dedicadas a la siembra de hortalizas, algunas de las cuales son complejas de importar.
Cerealeros más afectados
Pabón comentó que el sector más afectado en 2015 será el de los cereales, puesto que hasta la presente semana sólo habían adquirido el 8 % de las semillas requeridas para la siembra, 8 % de los agroquímicos y 12 % de fertilizantes, por lo cual sólo podrán cultivar 58 mil hectáreas de las 474 mil que en planificación habían dispuesto para la siembra de maíz, sorgo y arroz.
De no recibir las semillas necesarias en las próximas semanas, Venezuela podría no contar con maíz cultivado durante el último trimestre del año, producto que es empleado para la elaboración de harina, aceite, alimento para animales y otros.
Sin cifras estimadas
Para Álvaro Entralgo, presidente de la Cámara de Comercio en Lara, resulta imposible establecer cifra alguna de escasez, si se toma en cuenta la inestabilidad económica actual.
Si bien sostiene que los productos faltantes en los anaqueles son los de precio regulado, que han generado “bachaqueo” y ocasionado el posterior control a través de captahuellas, basta sólo con ver las colas para deducir que existe una carencia importante del producto.
“Si queremos buscar un artículo no nos dirigimos a los supermercados de frecuencia, porque debemos buscar en aquellos que presentan cola. Entonces, resulta complejo establecer una estadística del número de comercios que pueden estar ofreciendo productos, en función de una muestra de estudio, porque hoy puede haber en un lugar, pero mañana no”.
A esto sumó que las guías de distribución para la comercialización son exclusivamente manejadas por el Gobierno nacional, por lo cual también es complejo determinar la cantidad, o tonelada, de productos (según tipo o marca) que son destinados a un lugar u otro.
Coincide con otros expertos y señala que mientras no se estimule la producción nacional, la situación no será resuelta.