Inmensa preocupación en la mayoría de todos los habitantes de nuestro país, por no ver una salida inmediata a tantos problemas que por desgracia cada día se acentúan más; nuestra mente atormentada y atropellada, pagando errores ajenos y pecados que no hemos cometido, que nos arropan a todos hasta universalmente y sobre todo a los que el único delito es trabajar, producir para el país, generar puestos de trabajo y pagar impuesto.
Ahora todos metidos dentro del mismo saco y relegados. El desprecio que nos han endosado, como si todos fuésemos unos delincuentes, malandros, agresivos, maleducados e irrespetuosos que no tienen límites a la verborrea de la insolencia que las veinticuatro horas del día expulsan sin ninguna consideración, dejando a todos expuestos al descrédito y amenazas para otros países aun en estas circunstancias el 80% apuesta al diálogo, la convivencia y la paz para todos.
Una pregunta: ¿Qué pasó en nuestro país antes admirado por el mundo y ahora por qué nos repudian? La opinión de muchos es que es por culpa de unos muy pocos y voy a referirme en varios eventos de relevancia internacional y un reconocimiento para nuestro país aunque parezca muy sencillo, no estoy muy seguro pero debo estar muy cerca. Entre los años 78 ó 79 que venían los tours de Europa y de todas partes del mundo a ver las bellezas que poseemos en nuestro país, un grupo de intelectuales y científicos que venían de Alemania siempre traían en la mente como prioridad visitar a Porlamar, Mérida, La Gran Sabana, el Salto Ángel, entre otras. El científico alemán que coordinada el grupo y por supuesto el más destacado y el hombre de consulta, salió una mañana solo a dar un paseo, estaba en La Gran Sabana con la buena suerte para el según sus propias palabras se perdió y no sabía dónde estaba. Durante 18 días hubo una ardua búsqueda donde fue localizado feliz y contento, con una sonrisa de paz, sin lamentarse de nada.
Al poco tiempo este científico lo vimos en una revista hablando de las maravillas de este país y su deseo de volver a Venezuela. A este personaje le preguntaron: ¿Si Ud. está por jubilarse pronto y disponiendo de más tiempo cuál sería o será su sueño? Sin titubear contestó: Volver a Venezuela y perderme en La Gran Sabana.
Ese es mi mayor anhelo volver a esa época donde había respeto y seguridad. Este mismo sigue con el mismo deseo pero también comento que ruega por este país tan querido para que vuelva a la normalidad y hasta tiene suficiente razón y la tristeza de ver truncadas últimas inquietudes y el sueño de perderse en La Gran Sabana
En esa misma fecha un embajador de Estados Unidos de nombre Jorge Landau, quien en ocho años de su estadía en nuestro país tuvo una gran afinidad con nuestra idiosincrasia y se sintió como un venezolano más, buen anfitrión, buen trato y amistoso. En una entrevista de un periódico NY le preguntaron dónde se había sentido mejor en su carrera diplomática y respondió que en Venezuela y que extrañaba de aquí el calor familiar de la gente, el buen trato y además los baños de las playas de Morrocoy y especialmente las empanadas de cazón, sándwiches de pernil de la encrucijada de Maracay y las panelas de San Joaquín. El y toda su familia lo añoraba. Ojo ¿este personaje podrá hoy pensar igual? Parece un poco difícil pero no hay que perder la fe; muy pronto volveremos a recuperar lo que éramos y no seguir en la vista de los rufianes.
Como practicante de la paz y convivencia, siento dolor y tristeza al recordarme de un ilustre venezolano, recordado a nivel mundial como un intelectual caballero de caballeros, de buen corazón y ejemplo al mundo por su calidad humana y sus sanos principios, quien sembró buenos ejemplos sobre todo para su familia y allegados y al partido que representaba. Este ilustre Venezolano, hablo del Dr. Arístides Calvani, que por su alma pido una oración silenciosa como sanación a su alma que, debe estar sufriendo por las desgraciadas declaraciones emitidas por uno de sus delfines, que tengo entendido fue protegido por él para su formación, que ni Dios lo quiera como dice un viejo dicho: “Que una manzana podrida pudre todo el contenido del guacal». Quienes creemos en Dios, debemos rogar por esa alma perdida ya que sus malignas declaraciones fuera de todo contexto ni comparable con el más cruel de los rufianes, hiriendo muchos sentimientos e irrespetando el cargo que representa que le ha quedado demasiado grande, el innombrable y despreciable representante de nuestro país en la OEA.
…Unidos todos por el Sistema de Riego Yacambú y el ferrocarril de la región…
