Para recordar: “Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón… pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo” (Apocalipsis 12:7,8).
El escritor, Puyol, Carlos (2015), pregunta: ¿Tuvo Lucifer oportunidad de arrepentirse? Señala el autor citado, que con dicha batalla se evidenció el “inicio del gran conflicto entre Cristo y Satanás…” (Libro: “Pero hay un Dios en los cielos, p.84).
A continuación, haremos un pequeño resumen de la página citada: 1) Satanás fue un ángel muy importante, y su nombre era Lucifer, y en el cielo no se presentó como un demonio, sino como un ‘angelito’ para poder engañar a otros ángeles. 2) Se reveló contra Dios, con el propósito de desvirtuar su carácter y ‘quería ser igual a Cristo’. 3) Dios, por su misericordia, soportó por largo tiempo esa conducta, esperando que se arrepintiera y no lo hizo.
Puyol, cita a E. White, quien señaló: ‘De haberse arrepentido’ (el diablo) “…se habría salvado a sí mismo y a muchos ángeles… Pero el orgullo le impidió someterse a ser obediente a Dios” (Ídem). Fue por ello, el motivo de la batalla y Cristo mismo los sacó del cielo; fue enviado a nuestro planeta; fue quien dañó la creación, engañando a Eva y luego cayó Adán. Y su máscara fue quitada cuando Cristo tuvo que morir en la cruz, tanto por su culpa, como por el pecado de la raza humana, y ante el universo quedó develada la obra de Satanás.
Por otro lado, estábamos en el medio de una conversación, cercano a los días que Estados Unidos había declarado a Venezuela como “una amenaza para esa nación”. Una persona dijo: Las “manifestaciones”, la defensa, las firmas, por parte de Venezuela, no son más que “¡cortinas de humo!”.
Con el permiso de ustedes, estimados lectores, quisiéramos comparar a nuestro país, con lo que pasó en el cielo: 1) Hace varios años Venezuela cambió el rumbo político, “bueno” para unos, en detrimento de otros. 2) Venezuela retiró a varias Organizaciones Internacionales como la DEA, embajadores, y durante muchos años ha desconocido la voz de la OEA (CIDH), ONU, Parlamento Europeo, Cortes Internacionales, como la de La Haya, haciendo caso omiso a consejos, sugerencias u órdenes. 3) Declara los errores de otros países, y prácticamente nadie puede decir algo negativo de ésta nación. Y vez tras vez, eleva la voz diciendo: “Venezuela no se mete con nadie” (http://www.entornointeligente.com/articulo/5257637/09032015).
Diversos líderes mundiales, desde hace rato, han debido pronunciarse en pro de nuestra nación y tal vez no lo hacen por razones políticas o económicas, y “pensarán en voz alta”: “Lo que sucede allí, no nos afecta… que se arreglen ellos como puedan…”
¿Será que las cortinas de humo tratan de tapar la triste situación económica; la corrupción; la decadente moral, el deterioro de nuestra moneda; contrabando de extracción, la deplorable situación de los sectores de salud; educación; alimentación, vivienda, justicia; gobernabilidad; seguridad; opinión e información, que vivimos en nuestra nación?
¿Tuvo el diablo oportunidad de arrepentirse? ¡Claro que sí! ¿Tiene Venezuela oportunidad de cambiar? Los gobernantes y ciudadanos, todos, podemos cerrar este capítulo, en positivo, para el beneficio espiritual y material de los que hacemos vida en este país ¿No cree usted?