Sin poder ganar en los dos recientes careos y frenado en ataque, el Deportivo Lara encara los trabajos de semana, desde ayer, con la encomienda de hacer ajustes y recuperar la contundencia en el último cuarto de cancha y recuperar la alegría, al recibir este domingo al Portuguesa FC en la jornada 13 del torneo Clausura.
Después de vivir una luna de miel con las redes, la oncena de Rafael Dudamel ha marcado solo dos goles en los últimos 270 minutos, con su atacante Heiber Díaz Tovar totalmente apagado, debido a que no recibe balones claros en el último cuarto de cancha.
Frente al Petare marcó apenas un tanto, obra de Mikel Villanueva, pero le bastó para lograr el triunfo. En los siguientes compromisos la historia no fue tan dulce.
El Atlético Venezuela vino a Cabudare y le arrancó un empate 1-1, mientras que luego Llaneros, que tenía ocho partidos seguidos sin ganar, lo sorprendió con un 3-0.
En ambos casos la tónica ha sido la misma: mucha posesión de pelota, pero pocas oportunidades claras de gol.
Esa falta de producción parece tener una explicación en el tema táctico. Y lo descubrió el Atlético Venezuela. La línea de cinco defensores le hace daño al club crepuscular, que no puede explotar su velocidad por las bandas y tiene que recurrir al juego por el centro, mediante el cual le cuesta hacer daño.
Así los frenó el Venezuela y después lo repitió el técnico de Llaneros en el reciente compromiso.
El próximo rival es el Portuguesa FC, que es dirigido por Lenín Bastidas, conocido en suelo crepuscular por haber dirigido al Deportivo Lara. Bastidas no es un técnico que se caracterice por trabajar con línea de cinco defensores, pero no es descartable que también opte por esa propuesta, como fórmula para frenar al rojinegro el próximo domingo en el Metropolitano y llevarse un punto.
Viene, entonces, la gran tarea de Dudamel, de encontrar la fórmula para contrarrestar el juego ultra defensivo de los rivales, visto que está en la lucha por el título y no puede permitirse resbalones con rivales, en el papel, más débiles.