Poco más de cuatro años tiene sin funcionamiento la biblioteca central de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). El deterioro de su infraestructura obligó a paralizar las actividades del servicio estudiantil. El problema perjudica a 7.000 estudiantes que integran la matrícula del Decanato de Administración, Contaduría y Economía (DAC), quienes no cuentan con un espacio para profundizar sus conocimientos.
Actualmente, cientos de libros permanecen guardados en cajas abrumadas en el sótano de la biblioteca del Rectorado. El atesorado material bibliográfico, de autores nacionales e internacionales, trascurre entre el polvo y los ácaros. La comunidad universitaria espera por una respuesta oportuna de parte del ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, puesto que la academia, con un 35% de asignación presupuestaria, no cuenta con fondos suficientes para reparar su planta física.
La Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) levantó en el 2011 un proyecto de rehabilitación de los espacios por un monto de 700.000 bolívares, pero no fue hasta 2013 cuando iniciaron los primeros trabajos tras presiones estudiantiles. Sin embargo, la inflación del país consumió los recursos asignados y sólo se materializó la sustitución de techo.
Xavier Aldana, presidente de la Federación de Centro de Estudiantes del DAC, señala que quedaron trabajos por hacer; tales como la impermeabilización del techo, sustitución de pisos, pintura y reposición del mobiliario. Explicó que actualmente deben dirigirse a la librería del Rectorado, donde no tienen las mismas comodidades que contaba la dependencia adscrita a su decanato.
“Tenemos filtraciones y contaminación por hongos en las paredes de la biblioteca. Es injusto que los estudiantes tengamos que dirigirnos al rectorado para hacer consultas bibliográficas. Le exigimos a la OPSU que reinicie los trabajos en beneficio del decanato con mayor matrícula de la UCLA”.
Sistema de aire acondicionado deteriorado
Por otra parte, Aldana denunció que el decanato cuenta con 37 equipos de aire acondicionado dañados, 20 de ellos por problemas en el compresor. Aunque la universidad, a través del Consejo Universitario, asignó unos recursos para la reparación del sistema, el burocrático sistema de la Ley de Contrataciones Públicas hace mella en la rapidez del proceso. Deben esperar por la aprobación directa de la vicepresidencia de la República.
