A las cinco de la mañana cuando un grupo de personas pasó por el sector El Calvario, via Agua Salada, en El Eneal, municipio Crespo, se percató que las llamas invadían un rancho de barro que estaba en un cerro.
Se comunicaron con los Bomberos quienes fueron hasta el sitio a sofocar las llamas.
Llamaban por si había alguien pero nadie respondía, hasta que al tumbar la puerta y entrar, observaron el cadáver de un hombre que estaba totalmente carbonizado dentro de la única habitación de la casa.
Se trataba de Dublín Palacios, quien tenía seis años viviendo ahí, solo y al parecer, un cortocircuito en un tomacorriente que queda pegado a la cama, causó el incendió que acabó con su vida.
Vecinos del sector avisaron rápidamente a los familiares del hombre. “Señor… Dios mío, perdona a mi hijo, perdónalo padre y dame fortaleza”, gritaba desesperadamente y en medio del llanto, la madre del ahora occiso, quien no quiso ver el cuerpo sin vida y carbonizado de Palacios.
La víctima tenía una hija de nueve años, trabajaba como albañil en el Inces y se había graduado de bachiller en la Misión Rivas.
