La semana pasada aparecieron en muchos supermercados las llamadas “captahuella”, que se encargarán de registrar cada visita de una persona que necesite hacer sus habituales compras. La idea, instrumentada, por los genios del gobierno, que a su vez aprendieron seguramente en Cuba ese método de control, no es otra cosa que una copia muy moderna de las llamadas “tarjetas de racionamiento” utilizadas desde ya mucho tiempo en la isla antillana. Esas maquinitas deben ser el sobrante del cargamento adquirido por el oficialismo para los procesos electorales donde siempre ganaban los dueños de los aparaticos y perdían los candidatos de la oposición. O a lo mejor se gastaron unos dólares para adquirir otro paquete de “cazahuellas” para que los avispados siguieran en el lucrativo negocio informático. Lo que sí está a la vista de todos es la escasa capacidad que hay en Venezuela para producir los alimentos que consume la población a consecuencia de la ruina casi total que sufren los productores agrícolas y de otros bienes de consumo general. El fracaso de las políticas económicas del gobierno no tiene ningún punto de comparación al menos que se contraste con el modelo cubano que mantiene a todo un pueblo rumiando tristezas desde más de cincuenta años. A las descomunales colas en las afueras de las mixtotiendas, humillantes y desconsideradas, se le une ahora la “captahuella” para ser más indignante la escena que vemos a diario. Mientras eso ocurre el discurso oficial se mantiene intentando responsabilizar a terceros de la crítica situación que padece el país. Hay respuestas mediáticas y efectistas para el gobierno de los Estados Unidos por la decisión presidencial de sancionar a funcionarios públicos, pero no las hay para buscar y aplicar fórmulas adecuadas contra el desabastecimiento, el desempleo, la inseguridad y la intolerancia social y política que azota a esta Venezuela de todos.
LO INSÓLITO: Ni por mucha imaginación que uno pueda tener en estos tiempos se iba a pensar que en Maiquetía, una de las puertas de entrada al país se prohibiría el ingreso de un compatriota a su verdadera casa como consecuencia de un pleito político entre Barak Obama y Nicolás Maduro. Así sucedió recientemente cuando una señora acompañada de su hija fue deportada porque no llevaba una visa de entrada a Venezuela a pesar de alegar que ella, de acuerdo a la Constitución, era venezolana porque sus padres, sus abuelos, sus tíos, sus hermanas, eran venezolanos. Los funcionarios no reflexionaron o no entendieron los reclamos de la dama y le ordenaron abordar un vuelo que salía en ese momento para Puerto España. Resultó inútil convencer a los agentes que ella no vivía en Trinidad, sino en Nueva York y que no tenía su pasaporte venezolano al día por la sencilla razón de que en el consulado le argumentaban que no tenían material. No sabemos cuántas deportaciones se habrán producido desde entonces, lo que sí es cierto es hemos entrado al Librito de los Récords por ser el primer país del mundo que deporta a un compatriota por falta de una visa de su propio país. Cosas de la revolución, Sancho amigo.
MADRID: Se ha creado en la capital española la Asociación Venezuela Unida con el propósito de ayudar a los compatriotas que presenten problemas graves de vulnerabilidad derivados de los problemas que vive el país en estos momentos. Está presidida por Alberto Casillas a quien acompaña un valioso equipo de colaboradores que se encargan de atender las solicitudes de ayuda, especialmente alimentaria y de alojamiento de los venezolanos, con especial dedicación a estudiantes que no reciben ayuda del gobierno nacional desde hace ya más de cuatro meses, casi todos dependientes de Cadivi, además de otros que la están pasando muy mal como muchos pensionistas a los cuales no se les ha pagado en los últimos dos meses, excepto unos 94 euros que ellos suponen sea el retroactivo del aumento del 15 por ciento aprobado por el Ejecutivo. En menos de un mes, la Asociación suma ya más de 120 casos atendidos por los voluntarios de Venezuela Unida. Ya me han extendido una invitación para conocerlos en fecha próxima.
¿GASTOS-CRISIS? Es difícil creer que esta terrible crisis económica y social que vive Venezuela el gobierno tenga que desembolsar millones de millones de bolívares para unos ejercicios militares dizque para poder enfrentar una “invasión” por parte de los Estados Unidos. Evidentemente este es un discurso para la galería, pues nadie puede creer que el país más poderoso del mundo este ahora mismo interesado en un pleito tan desigual. Esa exhibición del músculo militar de la Nación -casi 80.000 soldados- requiere de un multimillonario gasto de un dinero que ya escasea en las arcas del Tesoro y el cual debía ser invertido en otras áreas de nuestras ingentes necesidades.
GABY: Fue muy grato poder ver de nuevo a Gabriela Sabatini en el Día del Tenis celebrado la semana pasada en el legendario Madison Square Garden de Nueva York. Sigue guapísima y en forma tal que pudo ganarle Mónica Seles en un partido de exhibición. Ella está retirada y vive entre Suiza y Buenos Aires. Disfruten de su eterno encanto.
