El líder cubano Fidel Castro afirmó este martes que Venezuela está preparada tanto en el terreno diplomático como militar para enfrentar «la insólita política» de «amenazas e imposiciones» de Estados Unidos, en una carta dirigida al presidente Nicolás Maduro.
Venezuela «ha declarado de forma precisa que siempre ha estado dispuesta a discutir de forma pacífica y civilizada con el gobierno de Estados Unidos, pero nunca aceptará amenazas e imposiciones de ese país», señaló Castro en la misiva, publicada por los medios locales.
En la segunda carta que envía a Maduro en una semana, el padre de la revolución cubana elogió «la actitud» del pueblo venezolano y «la disciplina ejemplar y el espíritu de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana» frente a la ley del presidente Barack Obama que aplicó sanciones a funcionarios de Venezuela y declaró al país una «amenaza» para la seguridad nacional de Estados Unidos.
«Haga lo que haga el imperialismo de Estados Unidos, no podrá contar jamás con ellas para hacer lo que hizo durante tantos años», pues «hoy Venezuela cuenta con los soldados y oficiales mejor equipados de América Latina», añadió Castro, de 88 años y retirado del poder desde 2006 por razones de salud.
Subrayó que el pueblo venezolano «jamás admitirá un regreso al pasado vergonzoso de la época prerrevolucionaria».
Castro también saludó a los 11 países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), que se reunirán este martes en una cumbre en Caracas para «analizar la insólita política de Estados Unidos contra Venezuela y el ALBA».
La reunión de Caracas se realiza luego de que el parlamento venezolano otorgara a Maduro superpoderes «antiimperialistas» para gobernar por decreto hasta fines de 2015 en materia de seguridad y defensa.
En otra carta que escribió a Maduro el pasado martes, Castro lo felicitó por su «brillante y valiente discurso» frente a las sanciones impuestas por Washington.
El gobierno del presidente Raúl Castro dio ese mismo día «su incondicional apoyo» a su aliado venezolano y calificó las sanciones a Caracas de medida «arbitraria y agresiva», marcando el primer diferendo con Estados Unidos después del anuncio de su histórica reconciliación en diciembre.