En vísperas de la Semana Santa, diferentes templos católicos en la ciudad de Barquisimeto se encuentran de alguna u otra forma en estados deplorables, bien sea por la falta de pintura, o problemas en la infraestructura.
Feligreses han realizado colaboraciones para mejoras, sin embargo, no ha servido de mucho porque el estado de esas parroquias siguen siendo las mismas.
Esto trae como consecuencia la pérdida de interés en los turistas que para las venideras fechas santas visitarán diversos templos, como es de costumbre para los seguidores de esta doctrina religiosa.
Infraestructuras como la iglesia Concepción, La Paz, San José, y San Francisco de Asís (esta última primera catedral de Barquisimeto), están deterioradas, algunas en sus techos, frisado y pinturas, sumado a la acumulación de basura en los alrededores.
Hay quienes tomaron algunas medidas al colocar plásticos en la azotea para evitar que el agua se inserte en las instalaciones mientras hayan actividades como misas, matrimonios o primeras comuniones.
Colegio Monseñor Benítez
Por su parte, la hermana Margarita Rivero, directora del colegio Monseñor Benítez, ubicado en la carrera 15 entre calles 25 y 26, al lado de la iglesia Concepción en el centro de la ciudad, manifestó que solicitarán ayuda, bien sea a la alcaldía de Iribarren o la gobernación del estado, para la colocación de una cerca perimetral alrededor de la plazoleta para tener mayor seguridad en esa área.
Destacó la hermana que en el parque van parejas de jóvenes, antisociales, entre otros, para hacer de las suyas.
“Personas mal formadas hacen escándalos y todo tipo de actos, así como también hombres consumen sus bebidas, lo cual hace que se dañe la imagen de un lugar atractivo como este”.
Aseguró que por tratarse de uno de los principales templos de la ciudad, al colocar una cerca que sólo permita el paso a la plaza cuando la iglesia esté abierta, atraerá a los turistas por ser un “sitio seguro”.
No obstante, la directora del colegio Monseñor Benítez hizo un llamado a las autoridades municipales y regionales para que se encarguen de limpiar los estanques de agua que hay en los espacios exteriores de la iglesia, donde antes funcionaba una fuente y en la actualidad está lleno de maleza.
“Si algún ente quiere colaborar con la parroquia, estoy segura que el párroco no se opondrá en aceptar la ayuda”, finalizó.