Los países del bloque del ALBA cerraron este martes filas en respaldo a Venezuela ante las tensiones que han surgido con Estados Unidos, y en especial Cuba que a pesar de encontrarse en pleno proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Washington afirmó que no está dispuesta a tolerar ninguna injerencia o condicionamiento en los asuntos internos.
«Estados Unidos debería entender de una vez que es imposible seducir o comprar a Cuba ni intimidar a Venezuela. Nuestra unidad es indestructible», afirmó el presidente cubano Raúl Castro al ratificar el pleno respaldo de su gobierno a Caracas, su estrecho aliado de hace más de una década.
Castro sostuvo, durante su intervención en la cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que Cuba no cederá «ni un ápice en la defensa de la soberanía e independencia, ni toleraremos ningún tipo de injerencia ni condicionamiento en nuestros asuntos internos».
«Hemos venido aquí a cerrar filas con Venezuela y con el ALBA», dijo el gobernante caribeño al asegurar que no «dejaremos nunca solos a nuestros hermanos de lucha».
Castro ratificó que acudirá a la Cumbre de las Américas que se realizará abril en Panamá para rechazar cualquier intento de aislar y amenazar a Venezuela y para reclamar el cese del bloqueo comercial a la isla.
El presidente venezolano Nicolás Maduro agradeció el apoyo de Cuba y otros diez socios del ALBA ante las tensiones diplomáticas que enfrenta con Estados Unidos, y descartó, durante un acto en el palacio de gobierno que fue difundido por la televisora estatal, que Venezuela represente una amenaza para los estadounidenses.
Maduro señaló que su gobierno está dispuesto a conversar con Washington para entablar relaciones de respeto y amistad.
La Cancillería venezolana publicó este martes en el diario estadounidense The New York Times una carta pública de Maduro en la que pide a Washington el «cese de inmediato sus acciones hostiles» y que «derogue» el decreto contra Venezuela.