En la cruzada contra los contenidos sexuales explícitos, las principales compañías de redes sociales comienzan a evitar la posibilidad de compartir imágenes pornográficas. Twitter, la popular red de «microblog», se ha convertido en la última. En su actualización de los términos de uso de la plataforma se ha incluido una cláusula por la cual se prohibe el llamado «porno por venganza».
Esta práctica consiste en la difusión de imágenes sexualmente explícitas sin el consentimiento de la persona. Habitualmente, se dan casos de usuarios que comparten contenidos eróticos de sus exparejas conánimo de ofender y deslegitimarla.
Para evitar que esta situación se repita, la compañía de California ha decidido suspender las cuentas que los usuarios que hayan publicado «fotos íntimas o vídeos tomados o publicado sin el consentimiento de la persona». Esta actualización se produce meses después de conocerse el caso «celebgate», en donde se difundieron a través de la red Reddit numerosas fotos de famosas desnudas, adquiridas de forma ilegal.
De esta forma, Twitter podrá eliminar las cuentas cuyos titulares participen en el robo y difusión de detalles personales. Para ello, los usuarios que sufran este problema podrán comunicárselo directamente a la compañía para iniciar una investigación.
Desde el inicio de la plataforma, en 2006, y su posterior popularización, a Twitter siempre le ha acompañado un problema generalizado por los usuarios que, bajo el anonimato, se convierten en los llamados «trolls», que amenazan e insultan a otros usuarios. El propio consejero delegado de Twitter, Dick Costolo, incluso asumía este problema en una reciente carta dirigida a los empleados. «Todo el mundo habla de ello a diario y perdemos usuarios por no resolverlos convenientemente», insistía.
La facilidad de difundir cualquier contenido a través de internet se ha convertido en un quebradero de cabeza para muchas compañías tecnológicas. A menudo, los robos de identidad y la aparición de fotos sexuales sin consentimiento se propagan a través de las redes sociales. El pasado año se detuvo al creador de una plataforma que almacenaba imágenes íntimas de personas anónimas, presumiblemente exparejas despechadas.
El gigante de internet Google tampoco ha sido ajeno a esta situación y desde hace varios años anunció la retirada de anuncios que albergan contenido sexual explícito. Más recientemente, intentó que desde su gestor de blogs Blogger se dejara de publicar pornografía.
