Quienes este jueves madrugaron con el propósito de hacer diversas gestiones en oficinas del centro de Barquisimeto, vieron frustradas sus intenciones de desocuparse temprano cuando, sin previo aviso, un amplio sector quedó sin fluido eléctrico.
Aparentemente todo se debió a la explosión de un transformador en un poste ubicado al lado del museo, ocurrida a las ocho y media de la mañana, aproximadamente.
Ante la falta de electricidad, lógicamente, los equipos de oficinas, computadoras, ordenadores, aire acondicionado, centrales telefónicas, copiadoras, así como los ascensores y el alumbrado, dejaron de funcionar.
Además, en vista de la oscuridad reinante, la mayoría de los espacios quedaron desalojados, y solamente el personal de oficina como custodios esperaron la espera del restablecimiento del servicio para reiniciar actividades.
En la torre David se pudo sentir en mayor grado los efectos de la falla eléctrica en vista de las cantidad de organismos oficiales que allí funcionan, como el SEMAT, SENIAT, dos registros mercantiles, notarías, bancos y comercios de diferentes índoles, en su mayoría de papelería y comida rápida.
Quienes se encontraban en la torre a la hora del apagón y debieron salir de los sitios donde hacían sus correspondientes tramitaciones, confiando en que, a pesar de las deficiencias que padecen las cuadrillas de reparaciones de Corpoelec en Lara, el servicio sería restablecido en poco tiempo, se quedaron entablando conversaciones amenas en los pasillos o en la planta baja, ingiriendo algún alimento y para para acercarse a Dios en la vecina iglesia Concepción.
Afortunadamente al sitio del accidente llegó en pocos minutos una cuadrilla de técnicos de Corpoelec para reparar la avería, lo que pudo lograr antes de que concluyera la mañana.
“Fue sólo un apagón más, algo a lo que ya estamos acostumbrados porque en Venezuela, el hecho que se vaya la luz no es nada extraño”, dijo uno de los presentes.