Siempre con el ánimo de enviarles un mensaje alentador a la gente de trabajo que pide a súplica un panorama mejor, que lo ayude a no desmayar en su buena intención de seguir laborando, haciendo y produciendo en nuestro país con libertad de acción y respeto a sus inquietudes, donde no se le coarte su creatividad, ni se le oscurezca su futuro, ni lo amilanen las permanentes amenazas, ni el temor a la inseguridad tanto personal como la de la familia o empresa a quien le ha dedicado todo su vida y que sin escatimar esfuerzo lo ha logrado, sin pensar que hoy puede ser víctima de algunos de estos flagelos que atormentan a todo el que desea vivir en paz, pero no debemos olvidar que en nuestra patria hay muchos valores, como lo es la fe, que es la base de lo infalible de los hechos que se aspiran a realizar.
Por ello todo los que deseamos la paz, aspiramos más temprano que tarde a un consenso nacional que nos conduzca a una convivencia pacífica de personas civilizadas que sólo piensan en el bienestar del país, dejando a un lado la ambición del poder y el irrespeto al adversario de ambos lados, para así obtener una alianza pacífica y un país admirado y no despreciado y fuera de todo contexto como nos están viendo a nivel mundial; pero no debemos dejar de luchar con talento y dignidad en una forma pacífica, sin olvidar que hay un gigante dormido dentro de cada persona y cuando ese gigante despierte se producirían milagros y volvería la paz en nuestro rico y bello país, hoy en día tan desorientado y pagando pecados que nos hemos cometido.
Por obligación y sentimiento patrio en una forma pacifica debemos luchar unidos por recuperar al país, que retorne el respeto, la creatividad perdida, desprendernos del egoísmo, que cesen los insultos el descrédito entre sí, y luchemos todos por una sola causa que nos beneficie mutuamente, rodearse de los que saben y pueden aportar en positivo, que cese la ambición y amemos de verdad a Bolívar y dejen de ocupar su tiempo persiguiendo a los bolívares.
Esta humilde reflexión va con toda la fe de un trabajador que aspira al menos vivir como lo deseamos muchísimos, en paz, sin tanta angustia convertida en apatía y desánimo, que ojala no se convierta en desesperanza y más tristeza y tengamos libertad de salir a la calle sin ningún temor.
Me contaba un padre de familia que tenía un poco de años que no encendía la luz de su vehículo y que se le olvido como era su pueblo de noche, pues con mas razón tenemos para un consenso nacional, para volvernos a encontrar de noche sin temer a la inseguridad y volver a prender la luz del carro sin olvidar que siempre es demasiado temprano para abandonar y que solo el valor ante la adversidad hace que se nos muestre el camino.
…Unidos todos por el Sistema de Riego Yacambú y el Ferrocarril Regional…..
@JGMendozabarqto
