El jardinero Carlos González le dio una buena noticia a su organización, luego de disputar su primer juego en la Liga del Cactus frente a los Rojos de Cincinnati el pasado martes en Salt River Fields.
Los dos principales referentes ofensivos de los Rockies de Colorado (CarGo y Troy Tulowitzki) volvieron a la acción y el mánager Walt Weiss no ocultó su satisfacción.
«Jugar es el primer obstáculo mental que debes superar cuando pierdes tanto tiempo de juego», dijo el estratega, tras el final del choque que finalizó igualado 2-2. «Sí, es solo un juego de entrenamientos primaverales, pero en este caso representa mucho más que eso».
González hizo la primera atrapada del juego, al correr a una línea a territorio corto del jardín derecho que partió del bate de Kristopher Negron. Con la rodilla izquierda completamente recuperada, el criollo hizo que la jugada luciera fácil, a pesar de la dificultad del batazo.
«Sabía que eso iba a pasar», dijo González al periodista Patrick Saunders del Denver Post. «Es como tu primer juego de Pequeñas Ligas. Tu sabes que esa primera bola va a ir a ti. Pero tenía una buena sensación al estar en el campo. Este fue uno de mis deseos cuando tuve la cirugía… pensar en este día y volver a jugar béisbol».
El zuliano, quien apenas pudo disputar 70 juegos la temporada anterior con una lesión en un dedo, además de una severa tendinitis en la rodilla izquierda, no disputaba un juego desde el pasado 8 de agosto.
«Me sentí realmente bien», dijo después de irse de 1-0, con un boleto en dos viajes al plato. «Estaba un poco ansioso al principio, pero luego lo pude superar. Lo más importante de todo es que no sentí nada de dolor».
El mánager quedó gratamente sorprendido, debido a que no esperaba que las dos principales estrellas de la nómina disputaran en un juego de spring training hasta la próxima semana.
«Ciertamente, es más temprano de lo que esperaba cuando me senté a planificar todo lo referente a estos entrenamientos primaverales», recordó el estratega de Colorado.
Weiss tiene previsto mantener una vigilancia permanente sobre ambos jugadores en la primavera y también los va a monitorear durante la temporada regular.
«Mucho de esto tiene que ver con sentido común, no es ciencia compleja. Si hay juego en el día, después de jugar la noche anterior, eso se convierte en una decisión fácil. Algunas veces el lenguaje corporal me dice que necesita un día de descanso. Es muy fácil darse cuenta de eso», explicó el mandamás de la cueva rocosa.
Ambos jugadores comenzaron ejercicios simulados de juego la semana anterior. Corrieron de home a primera base y se deslizaron sobre las almohadillas. Luego que superaron esa prueba, recibieron luz verde para jugar.
El año anterior, CarGo apenas conectó 11 estacazos de cuatro esquinas y llevó 38 corredores a la registradora y su objetivo es mejorar esa actuación.