El fuerte sismo de magnitud 6,6 que sacudió el martes el noreste de Colombia dejó daños materiales en 11 de los 32 departamentos del país, incluida la capital Bogotá, pero ninguna víctima mortal, según el último balance oficial emitido este miércoles.
El parte de la Unidad de Gestión de Riesgo (UNGDR) da cuenta de casi 300 inmuebles afectados, tres aeropuertos internacionales con daños, entre ellos El Dorado de Bogotá, aunque sin cancelación de las operaciones aéreas, y seis vías departamentales y municipales averiadas.
El departamento de Santander fue el más afectado por el movimiento telúrico de profundidad de 161 km, que tuvo su epicentro en el municipio de Los Santos, una zona de constante actividad sísmica y donde se registró el único herido tras el sismo.
El damnificado, un hombre que «transitaba en inmediaciones de una mina de piedra caliza», está «fuera de peligro» y en etapa de recuperación en un hospital de Bucaramanga, dijo el reporte.
En el santandereano municipio de Betulia 140 edificaciones presentan fallas, lo cual motivó la visita del presidente Juan Manuel Santos este miércoles. «He decidido cancelar mi agenda de esta mañana para ir a Betulia, Santander, a conocer de primera mano la situación. #Temblor», escribió en Twitter el mandatario.
El gobernador de Santander, Richard Aguilar, decretó este miércoles el estado de calamidad pública en Betulia para reparar la infraestructura, según escribió en la misma red social.
En el departamento, unos 200 inmuebles presentaron averías e incluso los vidrios de la torre de control del aeropuerto de la capital Bucaramanga, a unos 35 km de Los Santos, se rompieron.
La terminal aérea de Cali (oeste) también mostró problemas de infraestructura, indicó el UNGDR.
El sismo se sintió, además, en los estados venezolanos de Táchira y Zulia (fronterizos) y Mérida, e incluso en la capital, Caracas, según testimonios conocidos por la AFP.
Los países andinos como Colombia están situados sobre el llamado «Cinturón de fuego del Pacífico», región que concentra cerca del 85% de la actividad sísmica terrestre.