Aún cuando a fines del pasado año, la Circunvalación Norte recibió “un cariñito” por parte de los organismos a lo que corresponde, en especial el Ministerio de Transporte Terrestre y la gobernación, tan importante arteria vial se mantiene sin el necesario mantenimiento.
De eso puede percatarse cualquier viajero, local o de paso por Barquisimeto, sobre todo si lo hace en horas de la noche y nota la oscuridad reinante a todo lo largo de la misma, entre el distribuidor San Francisco y el de Veragacha.
La mayoría de los postes carece de la correspondiente lámpara y aquellos que las tienen son sólo de adorno pues debido al tiempo sin ser renovadas permanecen fuera de servicio.
Apenas en algunos tramos, como el de la Procter Gamble, existe iluminación, pero la tiniebla impera en todo su kilometraje, lo que constituye un riesgo para la gran cantidad de usuarios.
A la oscuridad debe agregarse la falta, total o parcial, de patrullaje policial o de la Guardia Nacional, lo que, en especial en horas de la noche, aprovechan pandillas de delincuentes para atracar y hasta asesinar a quien tenga la desgracia de accidentarse a su paso por ese sector del norte de la ciudad.
Lo más grave es que ni en el MTT, ni la alcaldía de Iribarren, ni la gobernación, ni Corpoelec, se nota alguna preocupación por esa irregularidad que deja muy parada a la autoridad larense.
Tampoco los distribuidores existentes en tres sitios de la Circunvalación Norte reciben el debido mantenimiento.
En San Francisco, las dos fuentes que allí fueron instaladas como atracciones para el visitante se encuentran abandonadas por completo desde hace tiempo, sin agua, salvo la que cae de arriba en invierno.
En el de Veragacha, la situación no es diferente, con una fuente que nunca funcionó y muchas plantas secándose por falta de riego. Apenas unas trinitarias y chaguaramos se resisten a morir ante la indiferencia oficial.
Se espera que para la inauguración del monumento a la Divina Pastora que se construye en sus cercanías, desde la gobernación se decidan a recuperar ese espacio verde que puede ser un agradable atractivo para quienes visiten la Capital Musical de Venezuela.
También el del Polígono de Tiro espera mejoras para que de verdad sea un distribuidor y no algo inconcluso como lo existente.
