El uso de las cadenas nacionales de radio y televisión por parte del presidente Nicolás Maduro se inscribe dentro del abuso de poder. Hace ya mucho tiempo que este tipo de transmisiones se usaban de forma esporádica y para anuncios realmente importantes o en fechas patrias. La cadena pasó a ser parte casi que de la programación habitual, con el gran detalle que al producirse una cadena presidencial la audiencia pierde control sobre lo que ve por la televisión o escucha por la radio, ya que se trata de mensajes obligatorios. La presidencia, cada vez que emite una cadena, le quita potestad al venezolano sobre su libertad de información y entretenimiento.
Enero fue un mes atípico en el promedio de horas dedicadas a este tipo de mensajes. Debe recordarse que durante el primer mes de 2015 el jefe de Estado estuvo de viaje durante casi dos semanas y si bien se hicieron cadenas para dar cuenta de su viaje, que tuvo escalas en varios países, bajó notablemente el tiempo. Un aspecto llamativo, el presidente encargado (el vicepresidente Jorge Arreaza) no dio mensajes en cadena nacional de radio y televisión, con lo cual este tipo de mecanismo dejó ser una herramienta para la comunicación del Estado, para ser un mecanismo de la comunicación presidencial directamente.
En enero de este año hubo un total de 21 minutos diarios, en promedio, de cadenas nacionales de radio y televisión, lo cual equivale a unas 11 horas/mes. En todo el año 2014 el promedio diario de emisión de estos mensajes fue de 28 minutos. El primer mes del año comenzó entonces con un ritmo menor, pero eso puede explicarse debido al periplo presidencial en busca de recursos (sobre cuyos resultados concretos cabría una investigación periodística).
Febrero, en tanto, si tiene números más elevados en el tiempo al aire que el presidente Maduro le quitó de autonomía mediática a los venezolanos. En el segundo mes de 2015, se registraron 35 minutos diarios de cadena, en promedio, con un total de 16 horas de transmisión obligatoria para toda la red nacional de radio y televisión. Si se le compara con el promedio de 2014, de 28 minutos/día, se observa claramente una tendencia al alza. El presidente aprovechó el aniversario de las protestas que se activaron en febrero de 2014, en el contexto de “La salida”, para lanzar duros mensajes y descalificaciones a los actores políticos de oposición.
Estas cifras del uso de las cadenas de radio y televisión, así como del tiempo adicional que usa el presidente Maduro en sus alocuciones televisadas a través de Venezolana de Televisión, pueden consultarse en la página web http://monitoreociudadano.org así como en la cuenta en Twitter @cadenometro en ambos espacios hay información actualizada sobre lo que sin duda constituye un abuso de poder, que no por cotidiano debemos obviar. La cadena nacional no sólo le quita libertad al ciudadano sobre lo que ve u oye a través de los medios radioeléctricos, sino que también implica una erogación de fondos públicos.
Un cálculo modesto, que ubica en 255.000 BsF el costo por cada minuto de transmisión en televisión, arroja que sólo en febrero esas cadenas de Maduro representaron una erogación de fondos públicos por 250 millones de bolívares. Según información oficial dada a conocer hace un mes, justamente una cifra similar, de 250 millones de bolívares, eran necesarios para rehabilitar y reparar todas las escuelas públicas del estado Zulia.
Las cadenas no sólo son un abuso de poder, sino que en una época de crisis económica como la que se vive simbolizan también el mal uso de fondos públicos que deberían estar enfocados en lo que realmente es prioritario para la nación.
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