Estonia Felicia Martínez, lleva con orgullo el nombre de su abuela paterna. Su esencia está íntimamente ligada a la pintura y los colores.
Se graduó en el Colegio Fermín Toro en donde cursó Contabilidad Computarizada pero por esas cosas de la vida desvió sus inclinaciones de diseño y se convirtió en aeromoza.
Una vez que egresó del CUFT, visitó la Escuela de Arte Martín Tovar y Tovar de Barquisimeto y se inscribió en un curso con el profesor Hugo Daza. Luego experimentó con cerámica, pero el profesor no apareció.
Fue entonces cuando se dirigió al dibujo y la pintura y como estaban de moda las creaciones de madera, aplicó la pintura a cajas de cinco por cinco centímetros y hoy diseña muebles y aplica la misma pintura.
Su casa de Las Cuibas, Agua Viva, se compone de colores intensos y en cada rincón hay recipientes de pintura, pinceles y brochas.
Colorida Ruta Artesanal
A Estonia se le presentó la propuesta de llevar su pintura y sus colores al plano urbanístico.
Le inquietó la proposición de la Alcaldía de Palavecino, pues, tendría en sus manos la responsabilidad creativa de cambiar la imagen de la olvidada Ruta Artesanal de Agua Viva por un colorido corredor que iniciaría en el Paseo de Las Dulceras hasta lindar con el majestuoso Terepaima.
Estonia soñaba en un principio con realizar un gran mural en el Cementerio Municipal de Cabudare, para transformar el pensamiento de la muerte.
“En Venezuela los cementerios han pasado a ser un depósito de desechos sólidos y por ende de dolor. No son la honra hacia quienes en algún momento formaron parte de nuestras vidas”, contó entre anécdotas.
Sopesó la propuesta del alcalde José Barreras para la parroquia Agua Viva y se la comentó en plena madrugada a su compañero de vida.
Visualizó Estonia una mariposa azul, insecto emblemático del municipio la cual habita en el Parque Nacional Terepaima, lo plasmó en un boceto y se comunicó con José Luis Sotillo, el cronista de Agua Viva.
“Los espacios se pueden transformar en historia en la medida y proporción que uno los intervenga, porque la historia de un espacio deteriorado se puede convertir en una historia de amor, de recreación”, refiere la artista.
Estonia transformó la entrada a la parroquia Agua Viva con un hermosísimo y colorido mural en donde contextualizó la mariposa azul como emblema natural, pero también modificó visualmente las dos paradas de transporte público de la Redoma de Agua Viva, haciendo de estas, espacios humanos para la gente.
Transformación de conciencia
Estonia nació en Barquisimeto el 15 de julio de 1972, “y me siento muy orgullosa de mi edad”.
Es madre de Sara y Jorge, y como relata que los seres humanos vivimos con los pies fuera de la tierra, ellos, sus hijos, son los pies dentro del globo terráqueo.
Enfatiza que el ser humano puede transformarse a través de la forma y el color.
“Si le damos fuerza a un determinado espacio embelleciéndolo con un sentido estético, puedes transformar la conciencia de las personas dentro de ese ámbito”, subraya.
La respuesta a su afirmación son sus creaciones intactas en Agua Viva, que pese al deterioro social, la gente se siente agradada e identificada.