Las sanciones a siete funcionarios venezolanos anunciadas este lunes por la Casa Blanca, tras declarar que Venezuela es una amenaza para la seguridad de EEUU, no tendrán ningún «efecto directo» sobre el sector petrolero, aseguró un alto funcionario estadounidense.
«En términos del impacto que podrán tener en el sector de energía o la industria petrolera, no hay un efecto directo de estas sanciones», dijo el alto funcionario del Departamento del Tesoro, que solicitó el anonimato.
El paquete de sanciones, explicó el funcionario, se concentra en siete funcionarios venezolanos, cuyos eventuales bienes en Estados Unidos resultarán congelados.
«No hay ni un impacto adicional ni una sanción adicional sobre ninguna industria, ninguna persona o ninguna entidad más allá de las siete personas específicamente nombradas en el decreto, o que sean nombradas por el Departamento del Tesoro en el futuro», añadió.
Las medidas anunciadas por Obama este lunes implementan y amplían las sanciones aprobadas por el Congreso estadounidense el año pasado y que el propio mandatario sancionó en diciembre.
Como paso necesario para implementar las sanciones, Obama firmó este lunes una «Declaración de Emergencia Nacional», que sorprendió por la dureza de los términos utilizados.
«Yo, Barack Obama, (…) considero que la situación en Venezuela (…) constituye una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política externa de Estados Unidos, y por ello declaro una emergencia nacional para administrar esa amenaza».
Estados Unidos y Venezuela no poseen relaciones a nivel de embajador desde 2010, y los dos países traban ahora otra agria polémica por el tamaño de sus respectivas representaciones diplomáticas.
No obstante, Estados Unidos es el principal comprador del petróleo venezolano.