Últimamente se ha vuelto casi imposible adquirir una vivienda a un módico precio y no todos somos capaces de comprar amplios apartamentos o casas llenas de espacios y rincones ideales para cada cosa. Es por esto, que cuando logramos conseguir un lindo lugar para nosotros, pero es de poco metraje, lo idea es aprovechar espacios. Descubra con nosotros cual fue la idea de Christian Schalleret
Con tan solo 22 metros cuadrados y una linda terraza, este joven fotógrafo y publicista austriaco logró crear los espacios ideales para establecer su hogar en la hermosa ciudad de Barcelona-España.
Si, es así, cuando Christian no se está vistiendo, durmiendo, cocinando o comiendo, su pequeño apartamento loft, se convierte en una especie de cubo vacio. Para luego adaptarse a las necesidades de su dueño en cada momento, sin que por ello el espacio esté permanentemente ocupado con una cama, una gran mesa o una cocina.
Aunque es diminuto, el apartamento de este joven es un paraíso, un lugar lleno de luz y comodidad donde sus días son disfrutados al máximo, tanto así que el mismo comenta que: “cuando estoy en la cubierta y veo la ciudad bajo mis pies, siento que mi ático es el más grande del mundo”. Su hogar cuenta con hermosas vistas panorámicas de esta imponente ciudad española.
Ingenio y funcionalidad
El truco para que este sitio fuera el ideal para un hombre soltero y arriesgado, fue ideado por la arquitecto Bárbara Appolloni, quien se tomó su tiempo para realizar una buena planificación a medida y usar todo el espacio disponible. Ella se inspiró en los camarotes de los barcos y encajó todas las necesidades básicas en un diminuto lugar. El secreto es despejar el centro y aprovechar las paredes. Éstas guardan desde los muebles, hasta los electrodomésticos, sin renunciar a nada, pero mostrando muy poco.
La casa es catalogada por algunos como un “Transformer”, si se necesita cocinar, todo el lugar es una cocina, basta con levantar un trozo de pared para que surja un modulo con los electrodomésticos necesarios como doble hornillas, lavaplatos, mostrador, nevera y microondas. A la hora de comer, la casa se vuelve un comedor, se saca de una de las paredes opuestas a la cocina una tabla para la mesa y las escaleras hacia la terraza sirven de banco.
Para dormir, Schalleret extrae una generosa cama de un cajón, oculto el resto del tiempo bajo el balcón, mientras que las escaleras al espacio exterior forman parte de las mesas de noche y la televisión surge de la pared cuando es necesario.
Este pequeño lugar fue anteriormente el palomar de una azotea y ahora es una linda vivienda para una persona que disfruta de los días soleados de Born, uno de los barrios más exclusivos y demandado por comercios y profesionales de la ciudad Vella de Barcelona.
Fresco exterior…
El ático crece hacia afuera. La cubierta está reforzada para que sea un mirador habitable donde ubicar el espacio “chill out” y una bañera. Esta terraza se integra a la casa usando el mismo suelo de viroc y una puerta plegable de abertura completa.
Su propietario no esconde que es necesario cierto esfuerzo para adaptar los espacios a cada situación, pero le ve el lado positivo: requiere cierta disciplina y le mantiene en forma.
