Hay que ver que en este país existe gente talentosa, y es que definitivamente en tiempos de crisis surgen las oportunidades, afloran las habilidades y la creatividad alza el vuelo. Tal es el caso de Analy Pineda, una chama de gustos impecables, arriesgada y con unas ganas inmensas de aportar su granito de arena en el deseo común de una mejor Venezuela, una mujer que descubrió cómo darle alegría a la vida con pequeñas pinceladas de color
Hace unos cuantos meses, un par de piedras y un poco de hilo eran sus más fieles aliados, materiales que con destreza y creatividad, combinaba a la perfección para convertirlos en preciosos y originales accesorios. Poco a poco sus habilidades se fueron refinando, fue adquiriendo técnicas y conocimientos, pulió su estilo y descubrió qué era lo que realmente querían las barquisimetanas, gustos y necesidades que, junto a su hermana María José, supo satisfacer.
En agosto del año pasado, su vida dio el más maravilloso de los vuelcos al casarse con el príncipe de su historia, ese junto a quien comenzó a transformar una casa cualquiera en un verdadero hogar, un nidito de amor que pedía a gritos la intervención de aquel toque femenino que llenara las paredes de color, le diera vida a los espacios y que fuese bello, original, económico, diferente y, por sobre todas las cosas, les permitiera a los recién casados compartir y disfrutar.
Así, de repente y sin siquiera pensar en una oportunidad de negocio, nació una marca ideada especialmente para regalarle a cualquier habitación una explosión de colores a través de diferentes artículos que, además de ser absolutamente funcionales, son tan atractivos como auténticos, hechos a mano con mucho cariño y con materiales de excelente calidad, duraderos y resistentes.
Mucho más que espejos
Cuando contactamos a Analy, artífice de las bellezas que ven en las fotos, no hicieron falta más de unos cuantos segundos para obtener una respuesta positiva cargada de emoción y agradecimiento. Al llegar a su casa, una comitiva de mujeres hermosas nos recibió sonriendo, la amabilidad reinaba en el lugar y, al conocer a la madre, descubrimos que era una cuestión de herencia.
En la sala, una bandeja llena de cositas ricas aromatizaba el lugar, nos invitaba a entrar en confianza y a ponernos cómodos, mientras que a través del cristal de la puerta que daba hacia el patio, un sofá con su respectiva mesa captó nuestra atención, pues eran piezas artesanales perfectamente acabadas, originales y modernas.
Superada la primera impresión causada por aquellos muebles, decidimos darle “play” a la entrevista, y fue entonces cuando nuestra curiosidad nos obligó a hacer unas cuantas preguntas cuyas respuestas, espontáneas, sinceras y muy bien expresadas, nos complacieron gratamente, pues denotaban buena educación, mucho profesionalismo y, sobre todo, un amor profundo por esa actividad a la que hoy se dedica en cuerpo y alma la protagonista de esta historia.
“Todo comenzó hace unos cuantos meses, mientras mi esposo y yo estábamos decorando el hogar. Cuando nos tocó el momento de arreglar el cuarto, ambos acordamos en darle un toque original, diferente y más acogedor, por lo que decidimos hacer nuestra propia cama y, para complementar la decoración, hicimos el espejo”. En un principio todo tenía el color natural de las paletas, material con el que fabricaron sus muebles, pero para hacerlo aún más llamativo, Analy decidió darle vida al espejo pintándolo con tantos colores como el arcoíris mismo.
Aquella primera pieza quedó como jamás se lo hubieran imaginado, hermosa, colorida y súper auténtica, por lo que no tardaron en llegar los encargos que la obligaron a formalizar aquello que en un principio no era más que un hobby y que hoy, unos cuantos meses después, llena de alegría y buena vibra las paredes de un sinfín de hogares barquisimetanos con los más espectaculares espejos, percheros y hasta muebles almacenadores, hechos todos a mano, con el característico sello de calidad venezolano y el buen gusto típico de las manos trabajadoras de estas tierras.
“Nuestro propósito es ofrecer piezas de arte utilitarias que se conviertan en el punto focal de la decoración de tu hogar, que llamen la atención sin llegar a recargar y le den color al ambiente sin saturarlo”
“Al principio, no sabíamos cómo se llamaría la marca, hasta que de repente a mi esposo se le ocurrió la idea de combinar los nombres de los hijos que si Dios quiere algún día tendremos. Fue entonces cuando nació Lefanossia, unión de las letra de Fabio y Alesia”
Información: @lefanossia_desing