El gobierno ha publicado una lista de intelectuales que apoyan su gestión.
Es importante no dejarnos deslumbrar por el adjetivo de “intelectual”. Unos más y otros menos todos somos intelectuales en alguna actividad o saber específico, pero crasos ignorantes en la inmensa mayoría de todas las otras cosas. Un neurocirujano puede ser extraordinario en su especialidad pero un imbécil en política y el apoyo que los de la lista manifiestan al gobierno es un uso de su prestigio ganado en un área traspasándola a un área en la que son ignorantes, fanáticos o cómplices.
En la generalidad de los casos, cuando se habla de intelectuales se supone en ellos una fuerte capacidad reflexiva y que apoyan lo que apoyan luego de aplicar en profundidad esa capacidad y concluir que las cosas van bien.
Al parecer, en esa lista falta justamente esa capacidad crítica. Al apoyar al gobierno estos intelectuales no solo están apoyando los objetivos últimos –y hermosos- de la revolución: la justicia social, la igualdad, la libertad, la cultura para todos, etc. También están apoyando los métodos que utiliza el régimen y los desastres a los que llevan esos métodos.
Por ejemplo: ¿Apoyan el uso de armas letales en la represión de las manifestaciones políticas? ¿Qué opinan de la inviabilidad económica del modelo chavista? ¿Aprueba que no se investiguen los casos de corrupción? ¿Prefierenolvidarse de las trampas con que el CNE haayudado al gobierno todos estos años? Agreguemos: ¿qué opinan del acoso a la prensa, radio y televisión? ¿Creen que tenemos más democracia que antes? ¿Creen que en política todo vale y que los fines siempre justifican los medios?
La verdad es que muchos de los que en su primer momento apoyaron al gobierno han pasado a un silencio culposo o una oposición abierta. Quizás por esto en esa lista son tan escasas las figuras de verdad brillantes.
En todo caso, no entiendo como unos intelectuales firman un apoyo al más anti intelectual de todos los regímenes.Un Presidente que afirma que Kluivert Roa era miembro de una secta satánica de extrema derecha, la de Patria, Familia y Propiedad, insinuando que el crimen estaba justificado, deja serias dudas sobre su capacidad epistemológica y su habilidad para conducir al país en aguas tan tormentosas.
El Sr. Presidente es cómplice de la destrucción del aparato pensante del país. Sus políticas han ahuyentando al exterior a los jóvenes mejor preparados. Es una proeza conseguir algún libro profesional recién editado en el exterior. Las universidades son objeto de persecución política y financiera. En las escuelas públicas el contenido de los programas ha sido sustituido por la propaganda.
Es puro cinismo apoyar un régimen que tanto necesita de la ignorancia para perpetuarse.