Once campos petrolíferos en Libia están fuera de servicio después de ataques de supuestos milicianos de Estado Islámico, dijo la corporación estatal petrolera libia, que solicitó acogerse a una cláusula de fuerza mayor para eximir al estado de sus obligaciones contractuales.
Además, la agencia advirtió en un comunicado subido el miércoles a su sitio web del peligro para otras terminales e instalaciones.
Pese a las peticiones de las autoridades de que se garantizara la seguridad en las instalaciones petroleas libias, afirmó la Corporación Nacional de Petróleo, el «robo, saqueo, sabotaje y destrucción» de los campos petrolíferos ha ido en aumento.
En concreto, el comunicado mencionó un ataque el miércoles al campo de al-Dhahra, en el ciudad central de Sirte, y que se atribuyó a una filial libia de la milicia Estado Islámico.
Antes de al-Dhahra, otros tres campos sufrieron ataques similares, incluyendo uno en al-Mabruj donde 10 guardas murieron y siete extranjeros fueron secuestrados.