“La excelencia o la inferioridad de los seres no reside en sus cuerpos según el sexo, sino en la perfección de sus conductas y virtudes” Cristine de Pizan
A lo largo de la historia, hemos sido premiados con damas pioneras, emprendedoras, destacadas y luchadoras que han roto las barreras impuestas por las religiones y la discriminación de género, reventando las cadenas que ataban al mal llamado “sexo débil” para convertirse en verdaderas guerreras. Diosas de carne y hueso que han aportado sus talentos en la eterna búsqueda de un mundo mejor y se han destacado muy a pesar de las críticas, la sociedad e, incluso, de sus propias limitantes.
Y es que mujeres famosas hay muchas, y aunque cada vez son más las que están ganando terreno en menesteres netamente masculinos, en años anteriores la cosa era mucho más difícil para aquellas que se atrevieran a revelarse en contra de los prejuicios, pudiendo llegar incluso a ser terriblemente castigadas, perder la libertad o, en el peor de los casos, la vida, por el simple hecho de desafiar los caprichos de una sociedad machista que hasta hace poco imperaba.
Hoy, rendimos honor a quien honor merece y recordamos los invaluables aportes que, cada una en su área, hicieron estas mujeres a la humanidad, destacándose como pocas y convirtiéndose en íconos de una generación, emergiendo de las tinieblas de la discriminación para inspirar a miles de personas alrededor del mundo. A continuación, las grandes heroínas de la historia, científicas, artistas y políticas cuyas hazañas engalanan las bibliotecas mundiales.
Edith Piaf
El verdadero nombre de esta mujer de extraordinaria personalidad y una de las cantantes francesas más famosas de todos los tiempos, era Édith Giovanna Gassion, pero fue bajo el pseudónimo artístico de Edith Piaf que se dio a conocer alrededor del mundo como una de las voces más melodiosa y seductoras nunca antes oídas. Aunque era dueña de un repertorio bastante amplio, esta dama de la canción ganó aún más fama con temas como “Non, je ne regrette rien”, lo que en español significa “No me arrepiento de nada”.
Fue diva adorada por el público, que también destacó como actriz de cine y teatro y sirvió de inspiración para un sinfín de jóvenes artistas y compositores que alcanzaron fama internacional. Murió el 11 de octubre de 1963, aunque muchos aseguran que fue un día antes, como consecuencia de un terrible cáncer hepático que desde hacía tiempo la tenía visiblemente deteriorada.
Valentina Tereshkova
Esta atrevida cosmonauta de origen soviético, se hizo famosa más allá de los límites de nuestro planeta al convertirse en la primera mujer de la historia que viajó al espacio exterior, aventura que emprendió en 1963 a bordo del Vostok 6. De joven, los estudios no parecían ser lo suyo, por lo que abandonó la escuela para trabajar en una fábrica de cauchos, pero años más tarde decidió cursar ingeniería y, tras practicar paracaidismo, logró destacarse en un grupo de 400 candidatas y resultar electa para formar parte del cuerpo femenino de cosmonautas.
Tan sólo tenía 26 años cuando realizó aquel famoso viaje que la convertiría en una mujer de renombre mundial y, aunque estaba previsto que Tereshkova tomara el control manual de la nave, el descontento que sus compañeros sentían por su comportamiento se lo impidió. Posteriormente, se graduó de ingeniero espacial y se desempeñó con maestría en diferentes cargos políticos.
Benazir Bhutto
Valiente como pocas, Benazir Bhutto fue una mujer pakistaní que se arriesgó a formar parte del movimiento político de su país, llegando a dirigir el Partido centro izquierdista Popular de Pakistán e, incluso, alcanzó el máximo poder al convertirse en la primera mujer que ocupó el cargo de Primer Ministro de un país musulmán en dos períodos, el primero de ellos de 1988 hasta 1990, y el segundo de 1993 hasta 1996.
Veinte meses después de haber tomado posesión de su primer mandato, el presidente Ghulam Ishaq Khan la acusó de corrupción y ordenó su destitución, episodio desafortunado que se repitió tras ser reelecta en 1993, pero esta vez bajo las órdenes de Farooq Leghari. En el 98 se exilió en Dubai, para luego regresar en el 2007 como candidata de la oposición, año en el que fue asesinada dos semanas antes de aquellas elecciones que, según las encuestas, iba liderando.
Rosa Luxemburgo
Desde que era muy joven, esta teórica marxista judía, feminista y representante del movimiento obrero internacional, se interesó en la política y el socialismo, pasiones que la obligaron a exiliarse en Zurich a los 18 años y que, incluso, la llevaron a la cárcel durante la Primera Guerra Mundial, para luego convertirse en gestora del Partido Comunista Alemán. Considerada a lo largo de la historia como una mujer de armas tomar, esta valiente, decidida y luchadora dama defendió incansablemente los derechos del proletariado,
militó activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania, fundó el periódico La Bandera Roja, escribió reconocidos e importantes libros y formó parte de la frustrada Revolución de Berlín en 1919, a cuyo término fue encarcelada, torturada y, tras ser derribada a culatazos, asesinada de un disparo en la cabeza.
Virginia Woolf
Esta escritora, novelista, ensayista y editora británica, fue una de las figuras más destacadas del modernismo literario del siglo XX, posición de la que se aprovechó para luchar por la libertad e independencia femenina, participar activamente en el sufragismo y dedicar gran parte de su vida a instruir a las obreras. Fue una intelectual, en todo el sentido de la palabra, que vivió intensa y sinceramente comprometida con los ideales de izquierda y le dio todo de sí a la movida artística y cultural de la época.
De sus tantas obras, destacan La señora Dalloway, Al Faro, Las Olas y el más largo de sus ensayos, titulado “Una habitación propia”, pero muy a pesar de sus talentos literarios, su vida personal fue caótica y problemática, por lo que terminó suicidándose después de la II Guerra Mundial como producto de una fuerte depresión.
Diana Vreeland
Mejor conocida como La Emperatriz de la Moda, pasó a la historia como la mujer que transformó el mundo editorial de las revistas de moda, aportándole un toque elegante, particular y sumamente personal al diseño y convirtiendo a Harper´s Bazaar y Vogue en un verdadero espectáculo, muchísimo más que simples revistas femeninas de tendencias y belleza. Fue benefactora de destacados personajes del mundo de las pasarelas que hoy le deben mucho a esta tirana tan singular y, sin duda, una dama extraordinariamente trascendental.
Fantasiosa, genial y original como pocas, fundó los cimientos de un cargo que hoy es sinónimo de respeto y admiración por su innegable capacidad de influencia y poder, una mujer que logró hacer más delicado el gusto de las americanas no sólo en su manera de vestir sino también en su forma de manejarse e, incluso, pensar. En resumidas cuentas, un ícono y referente de la historia del fashion que vivió a toda marcha y obsesionada por el color rojo.
María Winkelmann
Tuvo suerte y desdicha a la vez, pues esta astrónoma alemana, apasionada por la ciencia y ansiosa por revelar los secretos del universo, tuvo que vivir ocultando sus talentos tras la sombra de ser esposa, hija y sobrina de grandes astrónomos famosos y, aunque sus seres queridos siempre creyeron en ella, fueron defensores activos de la educación femenina y la ayudaron a formarse en artes y letras, María se vio menospreciada el resto de los hombres de su época.
Fue sumamente competente, estableció la Academia de las Ciencias de Berlín de la mano de su esposo e hijo y ostenta el mérito de ser la primera mujer en descubrir un cometa hasta entonces desconocido. Durante algún tiempo, tomó por costumbre observar el cielo cada noche a partir de las 9 pm y, junto a su marido, utilizó estas observaciones para hacer cálculos astronómicos para calendarios y almanaques con información de las fases de la luna, las puestas de sol, los eclipses y la posición de los planetas.
Gerda Taro
Independiente como nadie y valiente como pocas, Gerda es considerada una pionera en el mundo del fotoperiodismo, de hecho, fue la primera fotoperiodista femenina en cubrir un frente de guerra y también la primera que murió por llevar a cabo estas labores. Taro puso ante los ojos del mundo las crueldades, injusticias y barbaries de la Guerra Civil Española, inmortalizando a través de su lente muchos momentos importantes, como la batalla de Brunete.
A pesar de sus orígenes burgueses, desde muy joven entró a formar parte de movimientos socialistas y obreros y fue pareja del fotógrafo André Friedman, un judío húngaro que le enseñó sus conocimientos en el mundo de las imágenes fijas y junto a quien inventó un personaje llamado Robert Capa. Murió cumpliendo con sus labores, aplastada por un tanque republicano a pocos días de cumplir 27 años.
