Mujer Virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. Prov. 31:10. Las mujeres siempre han jugado un papel muy importante en la formación de muchos hombres líderes, tanto espirituales como reconocidos personajes de la humanidad. Ellas han sabido ser una compañía idónea para sus esposos, siendo un ejemplo inspirador. En esta ocasión nuestra intención es dar a conocer cuán importante es para Dios la obra femenina: Dios escogió a muchas mujeres valientes, llenas de fe, amor, caridad, sabiduría, justicia y comprensión
Ser intercesoras y prudentes aunque en ocasiones tengamos que enfrentarnos con situaciones embarazosas, donde nos toca presionar o hablar para sacar a la luz lo que realmente claro no está, nos hace ser mujeres de una sola decisión, siempre recursivas, de ayuda y no de piedra de tropiezo, como en el caso de estas tres mujeres que conoceremos a continuación.
Abigail, cuyo nombre significa mujer de gozo o fuente de alegría del padre, es inteligente, hermosa, valiente, intercesora, hábil y consejera, pero se encontraba casada con Nabal, un hombre malvado e insensato.
David se hallaba en el desierto huyendo de Saúl, entonces envió a varios de sus jóvenes a casa de Nabal para recibir apoyo en ese momento, pues ya David había sido bueno con los criados de Nabal, quien no supo agradecer y les negó su ayuda. David se enfureció y quiso ir en contra de él y sus criados para matarle, pero uno de ellos fue a darle aviso a su mujer Abigail y la puso al tanto de la situación, pues él sabía que ella era sabia y de buen corazón. Ella al enterarse, tomó valientemente un presente para David y sus criados y sin que su marido se diera por enterado, se apresuró y al verlo se postro sobre sus pies y le rogó que la escuchara, para que no matara a su marido. Finalmente, ella le contó lo sucedido a su esposo y Jehová hizo justicia con sus manos. Al morir Nabal, David le pidió que fuera su mujer, pues ella había conseguido gracia, dejándolo impresionado por la manera en que actuó cuando intercedió por su familia, aceptando ella su propuesta. Aunque en ese momento, ella según la ley había pasado por encima de su marido, al llevarle presentes a David e irse a escondidas.
Sin embargo, este acto no debe ser visto como rebeldía, si no como intercesión, nobleza, misericordia por su marido y sus criados, ella lo que hizo fue ir a pedir a David que no le matara a su esposo, aún sabiendo que él había actuado mal. ¿Qué más valientes que atrevernos a enfrentar a los enemigos de nuestros seres queridos? En todo momento buscando el beneficio e intercediendo, poniéndonos en la brecha por nuestra familia, hijos y amigos aunque tal vez no lo merezcan, pero eso no importa para una mujer que sabe cómo luchar por lo suyo.
Necesario es, pedirle a Dios toda la dirección posible al tomar una decisión tan importante como el escoger quién será nuestro compañero, pues en el caso de Abigail, me atrevo a creer que ella por sí sola no hubiera querido casarse con un hombre que se mostrara así, pero como es bien sabido, en los tiempos de antes los padres eran los que buscaban esposos a sus hijas, las entregaban a quien mejor pareciera y ellas solo se tenían que someter, o también puede que Nabal al momento de conocerla y conquistarla se haya mostrado de una manera totalmente diferente a lo que en realidad era, cosa que pudo haberle sucedido también a usted. La Biblia no detalla cómo en realidad sucedió, pero lo que sí debemos tener en cuenta es que los tiempos han cambiado y que nuestros padres no deben elegir por nosotros y mucho menos obligarnos a formar lazos con quien ellos quieran, pero claro está, si debemos escucharles, pedir sus consejos y aprobación.
Decisiones que dejan huellas
La dulce historia de Rut y Nohemí, luego de vivir días tan oscuros, es una especie de rayo de luz celestial que cae sobre las páginas de la Sagrada Escritura, lo cual representa una gran enseñanza para nosotros hoy en día. Surge cuando los jueces gobernaban la tierra, donde la familia de Elimelec, impulsada por el hambre, emigra a la tierra de Moab. Allí, una tragedia más grande les alcanzó. Nohemí quedó viuda; perdió a sus dos hijos y quedó sola con sus dos nueras, Orfa y Rut. Finalmente, habiendo oído que no había más hambre en Judá, decidió regresar y comenzó su viaje acompañada de ellas.
Con amargura de espíritu y decaimiento del corazón, caminaron en silencio, hasta que Nohemí no pudo contenerse más. Aunque su pérdida era tres veces más grande, tenía que expresar la preocupación que había en su corazón, preocupación por el futuro de ellas y no solo por el propio. “Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido” (Rut 1:8,9)
Este pasaje revela la excelente relación que existía entre suegra y nueras, por lo que Nohemí no quiso hacerles exigencia alguna y habiendo calculado el costo de su sacrificio a pesar de la pérdida que seria para ella, estaba preparada para enfrentar la soledad que la esperaba. Así que habló de nuevo sin ocultar nada, haciéndoles saber que vieja ya estaba para poder encontrar marido y más aun para concebir hijos, lo cual tendrían que esperar hasta que estos fuesen grandes para tenerlos como maridos. (Rut 112,13) Oyendo esto, Orfa decidió que era correcto preocuparse ahora de sí misma y de su propio futuro, dando a su suegra un beso final de despedida, regresó a su pueblo, abandonando las páginas de la historia divina.
La partida de Orfa contrasta grandemente con la acción de Rut, lo que sirvió solamente para que se fortaleciera en su decisión, por lo que suplicó “No me ruegues que te deje y me aparte de ti; porque dondequiera que tu fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tu murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos.” (1:16)
Interesante es tomar estos aspectos prácticos de la vida diaria que se menciona en dicha historia, donde predomina la fidelidad y la fuerte decisión de convivencia, lo que para muchos hoy en día es considerado necio, y solamente aquellos que tienen experiencia en este campo podrían atreverse a comentar, que tal arreglo solo es posible donde predomine entre suegra y nuera un espíritu de amor, paciencia y entendimiento, sumisión y obediencia a la voluntad de Dios. Asumiendo tolerancia, limando asperezas y mucha abnegación.
La vida de estas 3 mujeres son parte de aquella escritura que ha sido presentada para nuestra instrucción, de modo que por medio de la sabiduría, paciencia y consuelo revelados en los personajes que se nos presentan podamos tener fe, en cualquier campo de la experiencia humana que sea nuestra suerte desenvolvernos, donde claramente muestra que aquellos que ponen su confianza en Dios no perderán su recompensa aun en esta vida.
Orfa debe haber encontrado descanso en Moab, pero terminaría en el sepulcro. A diferencia de Rut, quien abrazó la esperanza de Israel, un futuro más grande le fue asegurado. (Rut 2:4-22)
La historia continua con nuestra vida, siendo posiblemente usted la nuera. Teniendo la oportunidad de tomar lo bueno y desechar lo malo, para qué en buen tiempo, cuando corresponda en tal caso ser la suegra, reciba de la cosecha sembrada hoy en día. Y si ya lo es, tiene la gran ocasión de ser la escuela.Mujer virtuosa, ¿quien la hallará?