Desde el mes de diciembre un grupo de entre 10 a 15 delincuentes en horas de la madrugada han atacado granjas, residencias y negocios ubicados por el sector Rastrojitos, al norte de la ciudad.
El día de ayer la organización delictiva volvió a hacer de las suyas, pero en esta ocasión fueron denunciados a tiempo y dos de los supuestos maleantes resultaron abatidos por efectivos de la Policía del Estado Lara.
Yeferson Joel Páez, de 21 años de edad, y un joven llamado Nerio José Sánchez, de 24 años de edad, conocido como “El Maracucho”, son las personas que resultaron abatidas la mañana de ayer, dentro de la granja La Marañona, en Tamaca.
Muy temprano
Entre 5 a 5:30 de la madrugada de ayer, un grupo de diez sujetos, todos armados, ingresaron por la parte de atrás de la granja La Marañona, irrumpieron en la casa, en la que antes funcionaba un club social y sometieron a la dueña, su hijo y el cuidador. Los sujetos pretendían llevarse todo lo de valor.
Al menos una hora estuvieron los maleantes en la casa. En un descuido, una de las víctimas aprovechó y activó un teléfono llamando al cuadrante que le corresponde a la zona, en cuestiones de segundos llegó una unidad de la Policía del estado Lara, integrada por cuatro uniformados.
Los policías vieron como a un hombre lo tenían arrodillado y golpeándolo, se trataba de José Gregorio Escalona Rodríguez (50), vigilante, quien al ver la comisión intentó correr y los delincuentes le dieron un disparo en el brazo derecho; a su vez que accionaban sus armas en contra de la comisión que ingresaba a la granja.
Los delincuentes se comenzaron a dispersar en el extenso terreno, ocho de ellos lograron escapar y dos cayeron heridos.
La unidad policial pidió refuerzos y de inmediato, quienes estaban allí, socorrieron a las tres personas heridas, una de ellas el vigilante, quien fue referido al Hospital Central Antonio María Pineda, donde fue estabilizado y recluido. Dos sujetos que tras ser ingresados fallecieron, siendo presuntos delincuentes, así lo informó Argenis Montero, segundo comandante de la Policía del estado Lara.
Colectaron armas
Funcionarios de Polilara tomaron el ambulatorio de Tamaca, donde estaban los dos abatidos: Yeferson Joel Páez, de 21 años de edad, quien presentó una herida por arma de fuego ocasionada por el paso de un proyectil en la región parietal derecha, y Nerio José Sánchez, de 24 años de edad, conocido como “El Maracucho”, tenía los impactos en el tórax y el abdomen.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), retiraron los cuerpos y posteriormente se trasladaron hasta el lugar de los hechos donde fueron colectadas dos escopetas, una tipo pajiza y la otra de fabricación rudimentaria, que supuestamente portaban los delincuentes a la hora de cometer el atraco, de la misma forma se llevaron otras evidencias y se hizo una revisión rigurosa de la granja, haciendo la planimetría del hecho, así como tomando las entrevistas de las víctimas, quienes estuvieron privados de su libertad por los maleantes.
Mientras efectivos del cuerpo detectivesco hacían lo suyo, acompañados de los efectivos de Polilara, en la parte de afuera estaban los curiosos, quienes buscaban asomarse por huecos, o pequeñas ventanas para ver lo que sucedía, a su vez que sacaban sus propias conclusiones y decían los relatos de lo sucedido, así mismo familiares de los abatidos llegaban al lugar, para saber de lo sucedido, solo lloraban y se limitaban a mirar.
Salió a trabajar
No fue sino hasta las 11 de la mañana, que la esposa de Páez, una jovencita de 17 años, y su madre se enteraron de lo sucedido. La adolescente relató que su esposo, con quien tenía un año de relación, tenía más de tres años trabajando como colector de la línea Cují-Tamaca.
La noche del martes recibió una llamada de una persona y él a las 9 de la noche se despidió de ella. La besó, le dijo que la amaba y se fue con la promesa de que iba a trabajar viajando.
La muchacha mientras lloraba por el dolor de haber perdido a su amado, comentó que no tenía idea de lo ocurrido y no entiende cómo lo involucran en un robo.
Aseguró que era una persona responsable que trabajaba para mantenerla a ella y a su bebé de cinco meses de nacido. Otro de sus seres queridos dijo que el joven no salía de su hogar, en la manzana C, de la urbanización Las Sábilas. Un señor un poco molesto señaló que no rendirían declaraciones sobre lo sucedido.
Sobre Sánchez, hasta horas de mediodía no le habían llegado dolientes, fue un poco más tarde que acudieron a la morgue.
El joven es natural del estado Zulia, por eso era conocido por todos como “El Maracucho”, tenía un año viviendo en la manzana D, de Las Sábilas, era conocido de Páez.
Una vecina indicó que a eso de las 8 de la noche del martes, vio a Sánchez, a quien le dio de comer y este le pidió la bendición, al mismo tiempo que lo veía alejarse, pero jamás pensó que sería la última vez que cruzarían palabras.
Sin embargo, serán los sabuesos del Eje de Homicidios quienes culminen con las investigaciones del presunto enfrentamiento con Polilara, que culminó con dos abatidos.
En lo que va de año en la entidad larense, los diversos cuerpos de seguridad del estado Lara han dado baja a 11 personas, involucradas en diversos hechos delictivos; seis en el mes de enero y cinco en febrero.
Actúan sin escrúpulos
Habitantes del sector Rastrojitos, al norte de la ciudad, indicaron que desde el mes de diciembre, están siendo azotados por la delincuencia, ya que un grupo entre 10 a 15 hombres ingresan a las viviendas, granjas y negocios de la zona; han contabilizado al menos ocho robos.
Entre ellos la granja Cujichito, El Negro, una verdurera, la agropecuaria y una ferretería en donde se han metido en tres oportunidades hasta el punto, que colocaron cerco eléctrico.
Las residentes del lugar quienes no se identifican por temor a represalias, manifestaron que la banda está conformada por puros jóvenes, que cargan armas largas, tipo escopeta, algunas hechas por ellos mismos. Fueron descritas como personas frías, sin escrúpulos, cuentan que hace días se metieron en casa de una señora quien tiene un bebé de un año, a quien apuntaban en la cabeza, para que ella se apurara en buscar los objetos de valor.
En otro lado donde estaba otro recién nacido, se robaron hasta los pañales, y en casa de una persona con impedimentos para caminar, sacaron al señor de la tercera edad quien estaba en silla de rueda de la casa, mientras ellos cometían el atraco, a la vez que se burlaban porque la víctima lloraba.
Los habitantes del norte dicen sentir un alivio, aseguran que son jóvenes de allí de Rastrojitos, de El Pampero y Las Sábilas.