“Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad…
Las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.”
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco – “El Libertador.”
Venezuela, Patria Eterna… Tierra Mágica dilecta de Dios, en el momento de otorgar riquezas y recursos naturales hasta ahora sin cuantificar, fue privilegiada por la benevolencia del Todopoderoso cuando le hizo paridora del hombre más grande que ha conocido la humanidad; porque si bien es cierto que Jesús se encarnó hecho hombre, no menos cierto es que las Sagradas Escrituras aseveran que fue: “Dios e Hijo de Dios.”
La Divina bondad no quedó ahí, esta madre tierra en su fertilidad ha procreado miles y miles de seres humanos que han sabido transmitir, genéticamente, el espíritu libertario, ancestral y característico, de quienes más allá de ofrendar sus bienes materiales, han entregado sus vidas en pro de lograr y preservar la libertad y la democracia en el país que ha sido indomable e irreverente ante la opresión y el oprobio en cada uno de los días de su historia republicana.
La juventud libertadora venezolana jamás ha solicitado dádivas para alcanzar el liderazgo, o el espacio, que le corresponde; desde siempre, ha luchado para ganarlo, y en la mayoría de los casos, las únicas armas que ha utilizado como herramienta de defensa, han sido… “Su dignidad y arrojo.”
El sistema educativo tradicional ha sido el crisol dónde se ha forjado el talento necesario para la recuperación del país. Ante la inestabilidad del trabajo, tenemos mano de obra suficientemente formada, y calificada; egresados de las antiguas escuelas técnicas; técnicos superiores y profesionales universitarios, que han competido con los mejores egresados, de óptimas universidades del mundo.
El Estamento Legal venezolano, tradicional e internacionalmente aceptado, marcó pauta entre los cuerpos legislativos de países con antiquísimas tradiciones en materia jurídica. Al respecto, dimos ejemplo en el mundo; sólo basta con recordar que la Justicia venezolana destituyó a un “Presidente de la República”, sin haber utilizado ningún tipo de armamento, y sin mayores traumas para la ciudadanía.
Si, había errores, pero jamás se llegó a los extremos. La delincuencia estaba prácticamente controlada y fue cierto que sufrimos altos índices de inflación, pero aquellos índices estaban entre los más bajos de los países vecinos. Como ejemplo, podemos recordar que, mientras los venezolanos enfrentábamos un índice de inflación que revoloteaba el %100, Argentina sobrepasaba el $1.000.
A los integrantes de la Red de Instituciones Larenses nos inspira el ser útil al país, con altruismo; poniendo a disposición nuestros conocimientos y nuestras experiencias, en la búsqueda de soluciones a los problemas que nos aquejan…
