Representantes del gobierno colombiano y las FARC volvieron el miércoles a la mesa de conversaciones con el objetivo de avanzar en el cuarto punto de su agenda: el resarcimiento a las víctimas del conflicto interno.
«La justicia real y material garante de la paz estable y duradera sólo puede ser el resultado de un gran acuerdo político nacional», expresó el comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Pastor Alape minutos antes de ingresar al salón de reuniones donde las partes se reúnen en ciclos con recesos habituales desde hace más de dos años.
Alape, cuyo nombre legal es Félix Antonio Muñoz Lascarro, agregó que «a partir del reconocimiento de las responsabilidades principales emanadas del orden social vigente y del propio Estado en el origen y la persistencia del conflicto, se requiere emprender transformaciones estructurales políticas, económicas, sociales y culturales que provean las condiciones para la verdadera transición hacia la paz».
El representante gubernamental Humberto de la Calle no hizo comentarios.
Las partes instalaron la mesa de diálogo a finales de 2012 primero en Oslo y luego en La Habana. Cuba, Noruega, Chile y Venezuela acompañan el proceso que ya logró acuerdos parciales en tres puntos: los problemas de la tierra, participación política de la guerrilla y el combate al narcotráfico.
El debate sobre el resarcimiento a las víctimas trajo a la isla para participar de las conversaciones a delegaciones de personas que sufrieron las consecuencias de la guerra tanto a manos del Estados y sus agentes como de las FARC.
Creadas en los años 60, las FARC son la guerrilla activa más antigua del continente.
