Para un grupo de trabajadores la situación en el Ambulatorio de Cabudare, Don Felipe Ponte, cada vez es más precaria, así como las condiciones laborales.
Explicaron bajo anonimato por temor a posteriores represalias, que durante la gestión de la anterior administración, la directora intentó mejorar el clima laboral, “pero quedó en promesas”.
El principal centro de salud del municipio Palavecino, que atiende diariamente a unas 800 personas, no posee servicio de radiología con la excusa de la expansión a hospital.
“Así han pasado más de cinco años, mientras la gente debe realizarse los estudios de rayos X en centros privados o en un CDI”, explicaron.
Tampoco dispone de un ascensor, el cual está en desuso por la antigüedad de sus repuestos que datan de la década de los 80, cuando se inauguró el ambulatorio.
Este escenario obliga a los pacientes y familiares, subir por las escaleras con camillas, sillas de rueda, ancianos con muletas, andaderas o bastones; así como mujeres en estado y personas con cualquier tipo de padecimiento que le impide realizar esa forzosa actividad.
Empujan para que prendan
Las dos únicas ambulancias que posee la institución sanitaria, presentan fallas constantemente y es más el tiempo que están paradas.
Hasta por una batería se han parado por más de 15 días las unidades de transporte de pacientes.
“Los mismos trabajadores deben empujarlas en plena vía para lograr realizar los traslados al hospital”, acotaron.
Agresión constante
Dijeron que son recurrentes las agresiones al personal hospitalario por parte de familiares de pacientes al no disponer insumos médicos, unidades de transporte y atención inmediata.
“Cuando llegan heridos por armas de fuego, los motorizados llegan armados amenazando a médicos y personal en general. Eso sucedió hace poco y cuando se trasladó a la persona, ya agonizando hasta el hospital, los motorizados custodiaron la ambulancia”, narraron.
El ambulatorio cuenta solamente con un policía de guardia, lo que es insuficiente.
Duermen en cartones
Expresaron que las áreas de descanso del personal de enfermería son dramáticas, sin aire acondicionado, con colchones de goma espuma ya vencidos por los años de uso, duchas, lavamanos y pocetas insalubres.
Los dormitorios de conductores, camilleros y porteros no existen, descansan en cartones en un depósito de insumos.
Acoso laboral
Denunciaron a la nueva directora del centro de salud, comentando que maltrata al personal, los acosa y persigue en componenda con la directora de personal.