El pasado sábado, un grupo de personas comenzó la deforestación de un predio del Estado administrado por el INTI, en el caserío El Tamarindo del municipio Palavecino, destinado para uso educativo, según proyecto elaborado por la Coordinación Estadal de FEDE en 2010, para la edificación de una nueva planta física de la Escuela José Aparicio Salcedo.
Sin embargo, unas 30 personas ocuparon el predio el domingo en horas de la noche, escarificando parte de la capa vegetal a la vera de la carretera, colocando una bandera nacional con el argumento de ser custodios del predio de una hectárea y media.
Unos 15 motorizados respaldaron la acción, pero el consejo comunal repudió el hecho, rechazando de plano “la invasión del terreno de la escuela”, esbozaron.
La denuncia fue elevada ante el Comando de la Guardia Nacional de Colinas del Sur, organismo que señaló que hasta que un tribunal no fijara posición, nada podía hacerse al respecto.
Sindicatura Municipal de Palavecino, también conoció del caso y se reunió con las familias tomistas en el sitio.
Custodios del predio
Yusneiber Pérez, vocera de los ocupantes del caserío El Tamarindo declaró que el grupo “está claro que sobre el terreno existe un proyecto para construir una escuela. Nos dicen que el terreno es muy grande y se puede construir casas también”.
“No ejecutan el proyecto. Tampoco limpian el terreno y tiene ocioso toda la vida. Cuando escuchamos que habían intereses sobre el terreno de otras personas, nos agrupamos los nacidos en El Tamarindo, que estamos necesitados de vivienda, decidimos resguardar el terreno en una toma simbólica”, destacó la ocupante agregando que levantaron un acta en donde consta que existe un proyecto educativo.
Medida de presión
David Mejías, refirió que realizaron la toma simbólica sin apoyo del consejo comunal “aunque este se encuentra vencido”.
Aportó que la toma simbólica la realizan como medida de presión para que se consolide la construcción de la nueva planta escolar, adicionando que tienen muchos años esperando un liceo, pues los más cercanos están en El Trigal y Chorobobo.
Los consejos comunales de las zonas circunvecinas, levantaron un acta con más de 200 firmas deplorando la invasión la cual “menoscaba el derecho a la paz que tienen todos los que hacen vida activa en la localidad”.
