Los resultados del 2015 demuestran una desmejora en la calidad de vida de los venezolanos. Así lo indican los niveles de desabastecimiento y caída del ingreso familiar.
Esto se refleja en una continua y pronunciada caída de los índices sociales lo cual le complica y limita a las familias Venezolanas su poder adquisitivo y necesidades de consumo.
El gobierno ha venido aplicando una política de controles, cuyo objetivo es acabar con la “guerra económica”. La cual, según los voceros oficiales tiene como objetivo propiciar el acaparamiento, especulación y escasez. Lo que observamos es un control general de la economía, donde no hay los dólares para importar materias primas o productos terminados; una serie de empresas paralizadas. Un total enredo para que los venezolanos tengamos acceso a obtener los esenciales productos para satisfacer nuestras necesidades.
Los niveles de inflación están vinculados al crecimiento de la liquidez (bolívares en manos del público), aumentando en dos años un 400% (hoy es alrededor de dos millones de millones de bolívares) como resultado de la política monetaria expansiva de otorgar pagares por el Banco Central a PDVSA y otros organismos públicos para cubrir los déficit del gobierno; causados principalmente por la compleja situación de las empresas públicas que aumentan sus pérdidas y continúan bajando producción.
Se proyecta que en el 2015 la inflación alcanzara los tres dígitos (100%) convirtiéndonos en el país del mundo con la más alta inflación.
La situación de escasez ha aumentado de un 30% que teníamos en enero del 2014 a superar el 50% este mes de febrero. Demostrando la compleja situación que tienen los venezolanos para obtener los productos que requieren para cubrir sus necesidades de consumos.
Hoy estamos dentro de los 10 países del mundo con mayores niveles de escasez. Donde ninguno de los otros 9 tiene ingresos tan elevados, producto de la explotación petrolera. Incluso a los países a los cuales les damos asistencia petrolera no tienen los niveles de escasez que tiene Venezuela.
Esto nos demuestra que la política de controles aplicados no ha logrado ni disminuir la inflación o la escasez. Ambos índices sociales no son causados ni por especulación, ni por el acaparamiento. Se debe a la aplicación de políticas públicas que han disminuido la producción nacional de las empresas del gobierno y de las privadas. Así como la disminución de los fondos de ahorro creados como el Fondem, Bandes y otros. Organismos que deberían tener los dólares necesarios para que la baja del precio del petróleo no nos limitara en nuestras necesidades de importaciones.
Los controles solo lograron que Venezuela sea unos de los países con la mayor inflación y niveles de escasez en el mundo. Lo demuestra la dura realidad que tenemos que vivir los venezolanos para obtener los productos necesarios para nuestro consumo. Y nuestra calidad de vida menoscabada al pasar de ser el tercero del continente y descender para situarnos en los últimos lugares como estamos actualmente.