Ante las dificultades que los talleres mecánicos y propietarios de vehículos están confrontando para conseguir repuestos automotrices importados, se han visto en la obligación de recurrir a verdaderos artesanos especializados en la fabricación de determinadas piezas.
Cuando alguien debe reparar el motor de su carro, por lo costoso que, debido a la devaluación del Bolívar, representa la importación de uno desde Estados Unidos u otro país, se asombra al recibir el respectivo presupuesto en el taller escogido.
“Ahorita, reparar un motor, de cualquier marca, por muy conocida que sea, está por el orden de los 60 u 80 mil bolívares. Anteriormente lo comprábamos importado, usado, y salíamos bien, pero ahora los números no nos dan para eso y tenemos que repararlo”, declaraba este jueves el propietario de un viejo Malibú mientras pedía precios de algunos repuestos.
“Y pobre de aquel que por echársela de rico compró uno de los lujosos porque no le alcanza el sueldo para mandar a hacerle el motor”, decía otro comprador a su lado.
Ya, a fines del 2014, Alí Almao, secretario ejecutivo de la Cámara de Importadores y Distribuidores de Repuestos Automotrices del estado Lara (Cidralara), advirtió lo que iba a ocurrir los primeros meses del 2015 por la falta de divisas para adquirir partes de vehículos.
Como el Gobierno Nacional no las otorgó las necesarias para las importaciones, los proveedores en los Estados Unidos, Europa, Japón o China, entre otros, no aceptaron los pedidos de los importadores venezolanos, salvo que estos tuvieran los dólares necesarios en efectivo para pagar por adelantado.
Ante esa situación, los dueños de vehículos en Barquisimeto, como en el resto de Venezuela, deben armarse de valor y visitar unas cuantas ventas de repuestos automotrices para poder encontrar los que se requieren para reparar un motor, una caja de velocidades o un tren delantero. Y si se trata de una computadora la odisea es mayor.
Afortunadamente en la ciudad existen algunos sitios donde, ante la necesidad, han aprendido a hacer determinadas piezas, como empacaduras y gomas resistentes.
Es el caso de Nelson Sánchez, en la calle 42, quien se dedica a elaborar todo tipo de empacaduras.
“Últimamente llega más gente a pedir le hagan alguna, y aquí se la tenemos pero debe traernos la muestra”, explicó.
Pero también tienen problemas porque las láminas necesarias para su elaboración ya no las producen en Venezuela y deben importarlas de Colombia.
“Aquí le solucionamos los problemas a los dueños de carros. Es un trabajo manual, de artesano, que con la crisis por la falta de divisas se ha intensificado”, dijo.
Al lado también se encargan, con el torno, de hacer algunas piezas para reparar motores.
Jairo Valero es uno de los artesanos que hacen “camisas”, cilindros y trabajan en los “encamizados” de motores.
Admite que ahora tiene más trabajo y lo atribuye a la crisis que se ha presentado por las restricciones existentes para las importaciones de vehículos usados procedente de los Estados Unidos.
Como esos existen varios talleres en Barquisimeto, no sólo para la fabricación de empacaduras o elementos de los motores sino también de bujes, gomas resistentes o mangueras.
Y de acuerdo a lo que se pudo constatar durante un recorrido por los sectores donde existe la mayor cantidad de talleres y ventas de repuestos automotrices, entre sus dueños o trabajadores no hay egoismo.
Cuando uno no tiene a disposición la pieza requerida por el automovilista, le indica otro lugar donde podría encontrarlo.
Sin embargo, en algunas oportunidades le hacen una advertencia: “pero debe ir preparado porque allá venden más caro que aquí”.
Pero ante la necesidad de poner a funcionar de nuevo su automotor, no queda más remedio que acudir a la dirección sugerida con cierto grado de esperanzas de encontrar lo requerido, o en caso contrario, continuar el peregrinaje de un lugar a otro, o recurrir a amistades en otras ciudades.
Pero lo más deseperanzador, de acuerdo a otros afiliados a Cidralara, es que no se vislumbra una solución al problema en corto plazo, lo que indica que son muchos los vehículos de todo tipo, autos, camionetas, busetas, autobuses y camiones que permanecerán inactivo por no existir actualmente posibilidaes de serr reparados sus desperfgectos mecánicos.