Héctor y Olga

-

- Publicidad -

Todas las historias de los grandes deportistas muestran que detrás de cada éxito hay años de sacrificios, de renunciasllevadas alímites inhumanos, de esperanzas sostenidas contra vientos y mareas, una aparentemente interminable seguidilla de fracasos, defrustraciones y vueltas a intentarlo. Muestran también que un buen atleta no es solo un cuerpo con condiciones naturales, es también un cuerpo cultivado, tenso y afinado como una cuerda de violín, listo para dar el tono exacto en el momento requerido y que al menor descuido se desafina.

Esas historias muestran también que hoy, más que nunca, el éxito deportivo es también el resultado de un esfuerzo colectivodel grupo de orientación y apoyo: los entrenadores, los médicos, los psicólogos y, en mucho, el apoyo social. Las historias alertan acerca de las dificultades que todos los grandes atletas viven al momento de retirarse y pasar a ser “solo” un modelo, una referencia para los jóvenes que vienen empujando por su derecho a su propia gloria deportiva.

- Publicidad -

La de Héctor Alvarado es una historia un poco distinta. Es el caso de un atleta autoformado sin mucha ayuda pero si con mucha pasión. Y todo lo que pudo aprender en sus experiencias internacionales tiene años poniéndolas al servicio de sus atletas más pequeños, por eso es “El Maestro”. Y a pesar de sus bien pasados 90 años, todavía sueña con los record de sus muchachos…. y el mejoramiento de las instalaciones.

Hombre afable, inmune al pesimismo, memorioso, acompañado de alter ego que es Olga, -en realidad, ellos dos juntos son una misma persona pues el individuo lo forma la pareja- estáconsciente de que se le está acabando el tiempo y quiere irse dejando su velódromo “todo bien atado”. Es lo menos que puede esperar un hombre que tanto ha sacrificado por el ciclismo. Muchos atletas de élite, al retirarse, se convierten en hábiles empresarios comercializando su nombre, otros los malgastan de mala manera. En su retiroHéctor solo cambió de rol, más humilde y más hermosamente ingenuo: se dedicó a enseñar. Y hoy, con toda razón, quiere que le arreglen el aula de clases.

Pero Héctor y el velódromo merecen mucho más que una simple reparación de la pista, recuperar los baños, mejorar la seguridad, una pinturita y otras menudencias. ¿Qué tal si soñamos con la posibilidad de que este velódromo sea convertido en una referencia internacional tanto por la calidad de sus atletas, por la calidad de los eventos que se realizan en él como por la belleza de las instalaciones, totalmente techadas y con todos los elementos complementarios, propios de un gran centro ciclístico, un todo al que con justicia podríamos llamar “Ciudad Velódromo Olga y Héctor Alvarado”.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -