Lo que en algún momento se consideró como una Ruta Gastronómica en Palavecino, integrada por una serie de locales de comida tradicional y dulcería criolla, en el eje El Placer-El Tamarindo-El Mayal, hoy es un lugar plagado de huecos y sumergido en la total oscuridad.
En una oportunidad, el ex alcalde Richard Coroba, acompañado del viceministro de Comercio, realizó un acto de relanzamiento de la referida ruta, en donde ofrecieron trabajos mancomunados con líneas bien definidas: Rehabilitación integral tanto de la vía como de los frentes de cada local comercial; alumbrado público, señalización, demarcación y avisos lumínicos; así como créditos y microcréditos por parte de la cartera ministerial, una campaña publicitaria para promocionar el municipio y la Ruta Gastronómica.
Nada de eso se cumplió pese a la conferencia de prensa y posterior publicidad masiva.
Huecos a montón
Durante los primeros meses de Gobierno del actual alcalde José Barreras, se emprendieron trabajos de recuperación de la llamada Ruta Gastronómica, pintándose las paredes que conducen a los visitados restaurantes, desmalezado, bote de escombros y basura, trabajos que se espera se mantengan en el tiempo.
Hoy, a varios años de la visita ministerial, la Ruta Gastronómica pasó de tener 35 locales comerciales a unos 19 y en descenso.
Pese a que la Alcaldía de Palavecino efectúa periódicas limpiezas y desmalezado, la principal arteria vial permanece en franco deterioro, uno de los principales elementos que alejan a los visitantes.
Félix Salas, comerciante de El Placer, indicó que la carretera que lleva hasta ese caserío “está totalmente destrozada”.
Precisó que desde la intersección de la avenida El Placer con la carretera, en un tramo de unos 400 metros, exhibe 13 huecos, unos de mayor profundidad y longitud que otros, pero todos de envergadura considerable.
“La carretera está totalmente oscura y de noche es un riesgo transitar por la gran cantidad de cráteres”, enumeró Salas.
Choros en la oscurana
Víctor Mendoza, vocero del consejo comunal, acotó que otro de los problemas que aquejan tanto a los habitantes de la ruta gastronómica como a los comerciantes, es la inseguridad, flagelo que por ausencia de patrullaje policial, ha ido en aumento, afectando a los visitantes y hasta la imagen del mismo gobierno municipal.
Belkis Giménez, comerciante de la zona, manifestó que la Alcaldía debería estimular el turismo en el lugar con una campaña de mantenimiento permanente y un programa de créditos a los comerciantes.