Por tercera vez consecutiva protestaron contra Hidrolara, habitantes de comunidades de Los Rastrojos, La Vasqueleña, Santiago Sánchez, Leopoldo Yépez, Atapaima, La Morenera y zona rural de Palavecino.
Se apostaron, este martes, desde temprano en el puente sobre quebrada La Mata a la altura de la avenida Bolívar.
Allí desplegaron pancartas para alertar a los transeúntes sobre la inminente contaminación que viene menoscabando la salud de los vecinos de unas 15 comunidades que bordean el citado afluente.
Erminia Medina, subrayó que la afectación tiene más de nueve meses y es producto del colapso del colector principal de la populosa comunidad de Piedra Azul, en La Mora.
La hidrológica en un intento de resolver la grave situación sanitaria, desvió las aguas negras que se desbordaban al cauce de la quebrada La Mata “para no afectar a los habitantes de La Mora, pero colocando en peligro la salud de unos nueve mil vecinos”.
Llamados sin oídos
Medina anotó que han protestado en tres oportunidades, las dos últimas con cierre de vías de importancia para llamar la atención de las autoridades competentes, pero la respuesta se basa en “mentiras”.
“El Día de Cabudare cerramos la avenida Bolívar. Representantes de Hidrolara nos prometieron, luego de nueve meses, que en 15 días, llegarían los nuevos tubos para reemplazar los ya obstruidos, así cesaría la descarga de aguas residuales a la quebrada, pero ya expiró el tiempo de espera mientras Hidrolara nada que soluciona”, destacó la manifestante.
Aseguró que la segunda protesta la escenificaron en el puente sobre la quebrada La Mata, con cierre de la transitada avenida Intercomunal, en donde se congregaron habitantes de La Mora, Los Rastrojos y otras comunidades “muy golpeadas” por la insalubre descarga, en donde nuevamente funcionarios de la hidrológica prometieron solución en tres días.
Respuesta de la hidrológica
A juicio de Medina, el delegado de Hidrolara en Palavecino, aseguró que ya disponían de la tubería, pero que hacía falta otros repuestos y accesorios para acometer la obra que se encuentra a seis metros de profundidad, reconstrucción “bastante compleja”, según el ingeniero Francisco Vargas, vocero de la hidrológica.
Epidemia de leishmaniasis
En el Ambulatorio de Cabudare, están recluidos dos niños con bronquitis como consecuencia de las insoportables emanaciones de gas metano que se desprenden de las corrientes de aguas cloacales que circulan por la quebrada La Mata.
Asimismo, Argenis Mujica, alertó que tiene un hijo y un nieto con leishmaniasis, escenario agravado por la ausencia de medicinas.
Exigieron a las carteras correspondientes, “la intervención de Hidrolara, por su incapacidad para solucionar situaciones cotidianas”.
