Las ocho obras de infraestructura aprobadas por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (Mpps) para el mejoramiento de las instalaciones en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp), aparentemente quedaron en el papel, porque tienen entre 8 y 10 años en construcción.
Diversas gestiones han pasado por el órgano ministerial y ninguna de estas autoridades ha logrado concluir por lo menos uno de los proyectos más importantes, como es el área estructural de la cocina. Hace 10 años comenzaron los trabajos, pero la entrega sigue siendo un mito, porque funciona en un espacio improvisado y reducido.
Tanto el personal, como los pacientes de las diversas unidades de atención resultan afectados, ya que el lugar no cuenta con las mínimas condiciones higiénico sanitarias. El colapso de aguas negras y blancas impide la elaboración de las comidas.
Cabe destacar que el avance es de 95%. Sólo falta el empuje para instalar los equipos que reposan en la sala, y aunque son pocos los pasos para finalizarla, continúa bajo llave; llenándose de polvo y deteriorándose con el tiempo.
Infinitos reclamos
Ruy Medina, director general Sectorial de Salud, afirma que lotes de carpetas contentivas de oficios, se han enviado al despacho del nivel central, planteando los retrasos.
El último documento de reclamo, lo entregó personalmente el gobernador Henri Falcón, junto a las autoridades sanitarias de la región, al ministro Francisco Armada.
Desde mayo de 2014 los intermediarios esperan respuestas. Ante la larga espera, el doctor Medina atribuye el problema a la falta de compromiso. Más de 20 comisiones encabezadas por representantes de la Fundación de Edificaciones y Equipamientos Hospitalarios (Fundeeh), diputados del Consejo Legislativo del estado Lara y hasta el hijo del presidente Nicolás Maduro, han supervisado las edificaciones.
“Siempre recorren las instalaciones; se comprometen a investigar y agilizar los trámites de culminación, pero nadie soluciona nada” apuntó el galeno.
Remodelación a medias
El Servicio de Anatomía Patológica es otra prioridad en el centro de salud. Ruy Medina recalcó que la remodelación es una de las promesas incumplidas y en este caso los trabajadores se ven afectados, pese a que desarrollan labores en un sitio precario; sin el mobiliario adecuado, ni los instrumentos en óptimo estado.
Los usuarios también sufren las consecuencias, ya que los expertos se vieron forzados a reducir el número de biopsias. Con la rehabilitación pasaron de realizar 600 procedimientos mensuales a 50. Como resultado, los interesados deben recurrir a la parte privada, a pesar de que los seis patólogos están en completa disposición de efectuar las evaluaciones.
Es vital el banco eléctrico
Los apagones y constantes fallas eléctricas registradas en la ciudad perturban la tranquilidad del hospital y también ocasionan daños en los equipos que son de vieja data.
Si bien es cierto, el recinto cuenta con una planta eléctrica para atender cualquier contingencia, pero únicamente proporciona luz a la Emergencia, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Sala de Parto, Neonatología, Agudos y pabellones. El resto de las áreas que no son críticas, quedan a oscuras.
Lo que más llama la atención de las autoridades del centro asistencial, es que los transformadores se encuentren allí, y vayan a cumplir ocho años embalados.
Quedan pendientes
En la lista de asignaturas pendientes, quedan el edificio resonador magnético o radio diagnóstico, así como también la farmacia.
De igual modo, la dotación de la Emergencia y lavandería, el arreglo de dos baños, de los cuales uno se encuentra en el cuarto piso de Medicina de Agudos y el otro en Medicina de Hombres.
El edificio de Consulta Externa del Hospital Pediátrico Dr. Agustín Zubillaga (Hupaz), también es uno de los “elefantes rojos” del Mpps. Dicho proyecto, sería financiado por la empresa estatal Pdvsa, a estas alturas en el terreno se observa una edificación abandonada, rodeada de maleza y escombros.
Mientras levantan la sede, los médicos ofrecen las diferentes consultas pediátricas en un inmueble cercano, perteneciente a la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Muchos pensaron que la instalación sería provisional, incluso adecuaron los salones y oficinas administrativas para tal fin. Sin tener más opciones, desde hace más de tres años, reciben a los niños en una instalación provisional.
Aguardan por recursos
El comandante Luis Reyes Reyes, quien dirige la Corporación de Desarrollo Jacinto Lara (Corpolara), sostuvo en agosto una reunión con Mauricio Vega, presidente de Fundeeh, para acordar la intervención mutua en el Antonio María Pineda, en aras de finiquitar las ocho obras.
La institución local destinaría aproximadamente 48 millones de bolívares, no obstante, las distintas áreas se encuentran en la misma condición: inoperativas.