A las nueve de la noche del viernes, un grupo de sujetos llegó hasta la comunidad Nueva Segovia I, ubicada al oeste de la ciudad, con intenciones de matar a un hombre quien tiene un año en la comunidad.
Fueron hasta el final de la calle, lugar donde vivía, y lo persiguieron, pero logró esconderse gracias a la oscuridad de la noche. Los maleantes enardecidos porque no cumplieron su cometido procedieron a encender el rancho del hombre y lo destruyeron por completo.
Varios disparos se escucharon en el lugar y luego de ello, un silencio invadió la zona. Ningún residente salió de sus hogares porque temían. A pesar que uno de los ranchos estaba envuelto por las llamas, nadie salió para ayudar; el fuego se apagó solo.
El dueño de dicha morada se resguardó, hasta que lo fueron a buscar en medio de la madrugada, indicaron residentes.
Víctima de la balacera
A las cinco de la mañana de ayer, una señora salió para ir al mercado mayorista, lugar donde trabaja y vio tirado a Luis Rodríguez, llamado de cariño por muchos como Ñuñui. La dama pensó que el hombre estaba borracho, pues acostumbraba a beber mucho, pero al acercase vio sus manos llenas de sangre y se dio cuenta que lo habían asesinado.
De inmediato avisó en la casa del cuñado de la víctima. Los familiares se acercaron al lugar y lo reconocieron.
Muchos aseguraron que luego de la balacera Ñuñui no estaba allí tirado y el reporte recibido a través del Servicio de Emergencia 171, es que una motocicleta entró y abandonó el cuerpo. Sin embargo las evidencias indican que fue asesinado en el sitio.
Aparentemente el joven llegaba a su residencia cuando los delincuentes quemaban el rancho y le dieron un disparo en el pecho que le causó la muerte.
El cuerpo de la víctima fatal quedó tendido de lado, sus brazos estaban hacia su cara, como un reflejo de protección, cargaba puesto un bolso tipo bandolero, a un lado quedaron un par de arepas y unos envases con bebidas, lo cual indica que se disponía a entrar a su rancho en el momento en que fue asesinado.
Su cuerpo quedó frente a su rancho y diagonal al incendiado. A cinco metros se encontraron cuatro conchas de 38 milímetro, aparentemente de un cañón largo, con capacidad para seis cartuchos. Según suposiciones de los uniformados, él o los asesinos cargaron más municiones para continuar disparando.
No era malo
Ñuñui era natural de Churuguara. Desde hace tres años vivía por el lugar, tenía su esposa, pero actual mente estaban separados. Se ganaba la vida como caletero en el Mercado Mayorista. Sobre su vida no se conoce mucho, estiman que tiene 36 años aproximadamente. Según comentaron todos los vecinos era una persona que le gustaba beber mucho, pero no se metía con nadie. No entienden qué pasó, pero esperan que los culpables de lo sucedido sean localizados, porque aseguran que el fallecido era una persona inocente.
Investigan
En el lugar estaban presentes funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes estaban a cargo de dicho cuadrante, para el levantamiento del cuerpo llegaron los efectivos que estaban de guardia por el Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes además hicieron la planimetría del crimen e iniciaron las primeras averiguaciones. Por ahora no han establecido móvil del homicidio.
Dos víctimas
A las 10:30 de la noche del viernes fue ingresado a la morgue el cuerpo sin vida de Anyomar Nelson Colmenárez Salón, de 20 años de edad, baleado cuando se encontraba en la calle Mirador con Federación, del barrio El Trompillo, al norte de la ciudad. El joven había pagado servicio en el Ejército y aparentemente iba a casa de su novia, cuando fue interceptado por un pistolero.
El hecho ocurrió a las 7:30 de la noche.
En otro hecho violento, a las 10:50 de la noche, de múltiples balazos le quitaron la vida a Eduar Alexander Márquez Díaz, de 26 años, en la calle La Libertad y Bolívar, de Agua Viva El Roble.
Asesinan a adolescente
En el sector Pata e’ Gallina del barrio El Jebe, sujetos que se desplazaban en moto, le propinaron, a las 9:00 de la noche de ayer, cuatro disparos a un adolescente de 17 años.
El occiso fue trasladado a la Emergencia del Hospital Antonio María Pineda, pero falleció minutos después.
En barrio Unión
Joel Perozo (31), recibió un disparo en la cabeza tras resistirse al robo de su moto. El hecho se registró en la calle 6 con carreras 9 y 10 de barrio Unión. Los agresores se bajaron de un vehículo y el corrió para protegerse.