Durante décadas, el Instituto Agustiniano Casa Hogar Dr. Gualdrón, ubicado en el centro de la ciudad, ha impartido la educación básica a una gran cantidad de niñas del estado Lara. Asimismo, ha servido de albergue para jovencitas, cuyas familias son de escasos recursos y viven en situaciones críticas.
Desde su fundación, el 5 de julio de 1957, las hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús conjuntamente con el personal docente, han dedicado gran parte de su vida a educar y fomentar valores morales, éticos y religiosos a toda su población estudiantil.
La hermana Rosania Gualdrón, superiora de esta institución, explicó que en la actualidad 427 niñas con edades comprendidas entre los cinco y trece años cursan sus estudios de primaria en este lugar.
De las 427 jovencitas, 20 están en calidad de internas y residen en esta casa hogar de lunes a viernes.
Además de recibir su educación de manera gratuita, las jóvenes reciben la debida alimentación que incluye desayuno, almuerzo, dos meriendas y la cena. Además, las hermanas agustinas también contribuyen con la adquisición de sus útiles escolares, uniformes, ropa, calzado y artículos de higiene personal.
Sin embargo, las limitaciones económicas han afectado considerablemente a esta casa hogar.
La superiora indicó que el personal administrativo de esta institución, hace hasta lo imposible por estirar el presupuesto. Consideró que en algunos casos la gracia divina hace lo propio y logra que a través de donativos y colaboraciones se puedan cubrir algunas de sus necesidades. Sin embargo, aseguró que han pasado por situaciones difíciles durante varios años.
A pesar de que el Instituto Agustiniano Casa Hogar Dr. Gualdrón, recibe una ayuda mensual por parte de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), los recursos otorgados en la actualidad, al parecer, no alcanzan para cubrir todos los compromisos de este recinto educativo.
“El dinero que nos otorga la AVEC no es suficiente. Con esos recursos podemos comprar solo una parte de los productos necesarios para la alimentación de las 20 niñas internas y de las cuatro hermanas que trabajan y residen aquí”, dijo la superiora.
De igual forma, por tratarse de un instituto educativo subsidiado, los ingresos que perciben de los representantes de las 400 alumnas externas no son muchos. Rosania Gualdrón detalló que las cuotas mensuales no exceden de los 380 bolívares, no obstante, afirmó que no todos los padres cancelan en ese monto, ya que la mayoría de la población estudiantil proviene de familias de bajos recursos. Ante esta realidad, cancelan montos variables en función de su presupuesto. “A veces cancelan los 380 bolívares; en otras ocasiones aportan 100 o 200 bolívares”.
En este sentido, recalcó que cada día se hace más complejo cumplir con todas las responsabilidades adquiridas, entre ellas, los pagos del personal docente, administrativo y obrero; los servicios básicos; los impuestos de ley; mantenimiento y limpieza.
Este recinto educativo cuenta con el apoyo del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en lo que respecta a los almuerzos de las niñas internas. Sin embargo, la superiora comentó que en los últimos dos meses la ayuda ha sido deficiente.
“Quizás el PAE no escapa de la escasez y de la crisis que vive el país, puesto que meses atrás recibíamos para la alimentación de un mes varias cantidades de arroz, aceite, harina, atún, pollo, carne, azúcar, sal, frutas y verduras. Ahora en febrero, nos dieron solamente un kilo de caraotas, dos kilos de pasta y ocho litros de leche pasteurizada”.
Ante este escenario, la superiora indicó que durante la semana visita diversas empresas privadas y públicas para solicitar donaciones de alimentos. Precisó que algunas de ellas se muestran muy receptivas ante este tipo de peticiones y acceden a colaborar de manera satisfactoria; mientras que otras, sólo se limitan a escuchar sin otorgar ninguna respuesta. “Agradezco enormemente a todas y cada una de las empresas que nos han abierto las puertas y que nos han apoyado en varias oportunidades; no pierdo la fe de que nuevas instituciones nos ayudarán más adelante según sus posibilidades”.
Infraestructura amerita reparaciones
Existen áreas de este recinto, que tienen que ser reparadas y no ha sido posible por la misma insuficiencia presupuestaria. Paredes afectadas por filtraciones y techos en muy malas condiciones se observan en algunas zonas de este lugar. El año pasado la Gobernación del estado Lara les otorgó una ayuda para efectuar parte de estas reparaciones, pero según Sonia Parra, directora de este plantel, el dinero suministrado alcanzó únicamente para comprar algunos de los insumos necesarios más no para pagar la mano de obra. Todavía no han podido iniciar los trabajos.
Por otra parte, necesitan recursos para construir un closet de cemento y cerámica con capacidad para guardar la ropa, calzado y accesorios de las 20 internas. Actualmente el que poseen es de madera y se ha deteriorado producto de la humedad, las termitas, la polilla y el comején. Parra manifestó, que la cotización más reciente de este proyecto alcanza los 240 millones de bolívares. “Una suma imposible de pagar para la institución”, dijo.
Un sueño aún por concretar
La Hermana Rosania Gualdrón, expresó que anhela ver cristalizado el sueño de construir los espacios necesarios para la secundaria.
Sin embargo, está consciente de que para ello se requiere mucho dinero, tanto para la ejecución de la nueva infraestructura como para el pago del personal que se incorporaría a la institución.
No descarta que en algún momento el gobierno regional o nacional pueda prestar el apoyo necesario al respecto, para poder así seguir formando más jóvenes de la entidad larense.
