Once militares, algunos de ellos retirados, dos dirigentes opositores y un empresario fueron señalados de estar implicados en un supuesto plan de golpe de estado, anunciaron el jueves por la noche dos altos dirigentes oficialistas.
El ex comandante de la Aviación, general retirado Maximiliano Hernández Vásquez, el coronel José Suárez Rómulo, y otros oficiales de los niveles medios y bajos, fueron señalados la noche del jueves por el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista Diosdado Cabello, de haber participado en un plan de golpe de estado contra el gobierno del mandatario Nicolás Maduro.
Cabello indicó, durante su programa nocturno «Con el Mazo Dando» que transmite la televisora estatal, que tres de los militares implicados el caso han sido detenidos y otros dos se mantienen prófugos, pero no precisó la situación del resto.
El alcalde oficialista de Caracas, Jorge Rodríguez, dijo en el programa nocturno que el general de la Aviación Oswaldo Hernández Sánchez, quien también estaría implicado en el nuevo complot, denunció que el diputado opositor Julio Borges, dirigente del partido Primero Justicia, fue la persona que escogió los «objetivos tácticos» que serían atacados en el presunto golpe.
Hernández Sánchez fue uno de los tres altos oficiales de la Aviación que fueron detenidos el año pasado tras ser acusados de participar en un presunto plan de golpe de estado.
Por ese caso también fueron arrestados los generales de la Aviación José Machillanda Díaz y Carlos Millán Yaguaracuto. Las autoridades no han informado hasta el momento cual es la situación de los tres generales.
Los dirigentes oficialistas también mencionaron al alcalde opositor de la región metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma, y al empresario José Gustavo Arocha, de estar implicados en el presunto golpe.
Cabello dijo que las autoridades realizaron varios allanamientos e incautaron computadoras, teléfonos, uniformes militares y armas, pero no ofreció detalles. El dirigente oficialista mostró fotografías de los uniformes militares que habrían sido decomisados y algunas tomas aéreas del palacio presidencial que fueron tomadas de las computadoras incautadas.
Maduro anunció la víspera que había sido desarticulado un supuesto plan para derrocarlo y asesinarlo junto con otros dirigentes oficialistas.
El mandatario dijo, sin mostrar pruebas, que el presunto plan implicaba el uso de avión Tucano para atacar el palacio presidencial.
El gobernante afirmó que funcionarios estadounidenses, que no mencionó, le ofrecieron visa a una de las personas que estaría participando en el complot.
Las denuncias del supuesto plan de golpe de estado coincidieron con unas marchas que realizaron opositores en Caracas y otras ciudades para conmemorar un año de las violentas protestas que dejaron 43 fallecidos, 878 lesionados, y varios centenares de detenidos entre los que se incluye el líder opositor Leopoldo López, quien está recluído desde hace casi un año en una cárcel militar a las afueras de la Caracas.
Maduro, que asumió la presidencia en abril de 2013, ha denunciado varios planes de magnicidio y golpe de estado y más de una decena de actos de sabotaje. La oposición ha desestimado las denuncias y las ha atribuido a una estrategia del oficialismo para distraer la atención de los venezolanos de la difícil situación económica que enfrenta el país.
Venezuela está sumida en una crisis económica con una galopante inflación que cerró el año pasado sobre 64%, severos problemas de desabastecimiento, y una recesión que se prevé que se agravará este año por la caída de los precios petroleros que es la principal fuente de ingresos del país.