A Caribes lo agarró eso que muchos llaman la ley de los promedios. Ganó tanto, que alguna vez debía perder y ello ocurrió en el momento más inoportuno. Acostumbrado a venir de atrás, el cuadro indígena no pudo aguantar lo que parecía una sólida ventaja de 4-0 y cayó en semifinales (8-4) luego de una campaña excepcional, siempre aferrado a la punta en eliminatoria, round robin, final y la misma Serie del Caribe. Incluso terminó con el mejor récord (4-1) en el clásico del área, pero ya sabemos que no pudo dominar en uno de los chiquitos, uno de los dos bonitos… CRITICAMOS el formato con antelación, antes de que ocurriera algo que se vislumbraba posible. En un evento que apenas dura una semana, un club invicto merece ir directo al partido decisivo. Mucho se atacó el esquema anterior de dos vueltas con cuatro elencos. Se habló de hastío, falta de renovación, formato cansado, etc. Pero es peor ver a un club que finalice en el último puesto y que solo avance porque venció al otro sotanero en la violenta ronda regular, ir directo contra el imbatido. No hay justicia, se premia por igual. Pero eso es lo que había. Cinco fechas para solo eliminar a una divisa, que de paso fue última. Algo anda mal entonces en la estructura de la justa. En las redes sociales la gente protestó en abundancia un sistema que debe ser corregido. No se trata de respirar por la herida, porque previamente atacamos el calendario del certamen, ciertamente acosado por el factor tiempo, pero elaborado sin el equilibrio adecuado.
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LA Serie del Caribe es una competencia de equipos campeones, no de selecciones nacionales. Vegueros de Pinar del Río tomó hasta 16 refuerzos para viajar hasta Puerto Rico, algo que los reglamentos le permiten. Mientras Caribes, por ejemplo, solo hacía cuatro movimientos en su roster, los antillanos voltearon la formación por completo. Armaron una tropa al estilo del Clásico Mundial y, de hecho, muchos de sus titulares regulares de combinado patrio pasaron a la novena titular del país. Mientras en las otras naciones participantes los peloteros no reciben permisos, tienen compromisos ineludibles o están cansados, en Cuba no pueden rechazar la invitación, más allá de que no tienen que ir a ninguna parte, a ningún campo de Grandes Ligas, ligas menores u otra clasificación internacional… ES decir, los nuevos monarcas del Caribe aprovecharon todo lo aceptado en los reglamentos de la justa y sacaron una casta que nadie les puede negar para imponerse -experiencia internacional de por medio- en dos cotejos a muerte súbita, un final que no parece lógico pero que llega después de una eliminatoria seguramente sujeta a revisión en lo sucesivo. Para Cuba es un oxigenante, tras varios tropiezos recientes a nivel internacional. Su triunfo obliga a los opositores a buscar revancha. Aunque no es menos cierto que mientras aquellos colocan en el terreno lo más granado de sus rosters, Dominicana, México, Puerto Rico y Venezuela deben amoldarse a lo que dejan sus torneos regulares, afectados por lesiones, deserciones y limitaciones como arroz. Eso difícilmente va a cambiar.
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CIENFUEGOS (1960) fue el conjunto campeón de la última Serie del Caribe en la llamada primera etapa. Finalizó con 6-0. Desde entonces Cuba no participó hasta el 2014 en Margarita. Aquellos monarcas llevaron a Panamá jugadores de la talla de Camilo Pascual, Orlando Peña, Chico Ruiz, Cuqui Rojas, Borrego Álvarez, Leonardo Cárdenas y José Azcúe. Venezuela intervino con el Rapiños de Luis Aparicio, quien golpeó ante el Marlboro de Panamá un jonrón de bases llenas… MÉXICO demuestra que es el más regular de los últimos certámenes. Dos gallardetes y un subtítulo hablan por sí solos. Sus nombres no son sonoros pero juegan muy bien a la pelota y hay bastante fortaleza en sus lanzadores… LOS dos grandes del Caribe, Dominicana y Venezuela, tienen un bache. Sus escuadras no se parecen al ilimitado caudal de peloteros que hacen vida en Grandes Ligas, ya sabemos por qué… LA Confederación se anota un éxito ya que Puerto Rico, cosa rara, fue una buena plaza en esta ocasión. Entraron más de 112 mil personas en 13 juegos, a un promedio de 8 mil 600 y fracción por encuentro, un buen indicio para la isla del encanto, cuyo manifiesto desinterés por la justa llegó a preocupar en extremo a los ejecutivos del área. Dijeron por allí que los beneficios están cerca de los 20 millones de dólares, juntando ingresos por televisión y publicidad interna en el “Hiram Bithorm”. En cuanto a organización los boricuas, acertaron, mejoraron notablemente y no han recibido ningún tipo de críticas.
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¿HACIA dónde van los tiros? Cardenales comienza de nuevo la nada fácil tarea de encontrar su jefe de campo. El divorcio preanunciado con Félix Fermín terminó con sonrisas y satisfacciones de ambas partes. Un compatriota del mánager reciente asoma en la palestra. Se trata de Mike Guerrero, ficha que se pretendió el año pasado. O sea que el torneo 15-16 arranca temprano para los pájaros rojos. El compromiso con los aficionados se amplía exigente… MUCHOS lectores de vieja data recordarán a Dave Bergman, fallecido la semana pasada en USA. Fue miembro del Cardenales 75-76, subcampeón en siete juegos frente a los Tigres de Aragua. Era zurdo, primera base y jardinero. Conectó para .311 con 20 empujadas en la eliminatoria, y .333 más cinco fletes en la final. Estuvo 17 años con cuatro elencos de Grandes Ligas… HOY cumple 35 el barquisimetano César Iztúris, quien hasta el 2013 jugó 1.310 partidos en las Mayores. Por lo visto aquí, aún le queda al infielder cardenal… CUBA pudiera ser incorporado como miembro pleno de la Confederación del Caribe. Hasta ahora tiene carácter de invitado y por lo tanto no puede organizar el evento… LA próxima sede será República Dominicana, muy probablemente en el estadio Quisqueya de Santo Domingo… OMAR López ya arregló con Caribes. Era un simple formalismo el nuevo contrato del boricua con los campeones… A los 33 años, Francisco Rodríguez va por un convenio multianual. Milwaukee y Miami son algunos de los equipos que lo pretenden tras sus 44 salvados del 2014.
