La guerra en Siria causó 10.000 muertos más en los últimos dos meses, por lo cual ya son más de 210.000 las víctimas mortales del conflicto en cuatro años, anunció el sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
«Desde marzo de 2011 hemos contabilizado la muerte de 210.060 personas, de las cuales 10.000 en diciembre (2014) y enero (2015)», afirmó el OSDH.
A causa del conflicto murieron «65.146 civiles, entre ellos 10.664 niños», dijo Rami Abdel Rahmane, director del OSDH.
Las fuerzas rebeldes sufrieron 38.325 bajas entre los combatientes sirios y 24.989 entre los yihadistas extranjeros, según el OSDH.
De los muertos de las fuerzas gubernamentales, 45.385 pertenecen al ejército, 29.943 a las fuerzas paramilitares, 640 son combatientes del movimiento chiita libanés Hezbolá y 2.502 milicianos chiitas oriundos de otros países.
Un total de 3.130 cuerpos no fueron identificados.
El balance «es seguramente más elevado que los 210.000 muertos contabilizados debido a que hay una gran cantidad de desaparecidos cuya suerte se ignora», dijo Abdel Rahmane.
Por otra parte, en las cárceles del gobierno hay 20.000 personas, que son consideradas como desaparecidas.
«Cada día tenemos la prueba de detenidos del régimen que mueren bajo la tortura», precisó el director del OSDH.
Además se ignora el paradero y la suerte corrida por miles de civiles y combatientes de ambos bandos que fueron secuestrados.