Gerenciar una empresa y gerenciar un país no es exactamente lo mismo, pero hay aforismos que pueden ser útiles a ambos tipos de gerencia. Uno de ellos afirma que un buen flujo de caja puede esconder las dificultades de una empresa y dar la ilusión de que no hay problemas, pero basta que el flujo disminuya para que se hagan evidentes todos los problemas.
Chávez actuaba convencido de que el flujo de caja del petróleo podía tapar todos sus desastres e ignorancias. Su socialismo del siglo 21 resultó ser una suma de todos los errores conceptuales del socialismo utópico del siglo 19, más delos errores del socialismo estatista del siglo 20 y los que agregó por su cuenta en el siglo 21. En ningún caso pareció titubearo detenerse un momento preguntándose si iba por mal camino. El chorro petrolero parecía ser capaz de cubrir todas las dificultades, pues con real no hay mal gobierno.
Chávez murió antes de ver el desplome de su obra. Le toca a Maduro asumir la misión de salvar lo que pueda, resistir hasta donde pueda y “confiar en dios” por algún repunte del petróleo. Quizás ahora descubra que dios no es ni venezolano ni es chavista.
Pero tampoco Maduro tiene formación gerencial y no conoce ese otro aforismo: “Si las cosas se siguen haciendo de la misma manera, se seguirán obteniendo los mismos resultados.” Muchos países han ido al desastre porque su dirigencia nosupo cambiar o irse a tiempo.
Ninguna empresa tendrá éxito si la gerencia dilapida los recursos o permite que los familiares y amigos la manejen según sus intereses personales. Muchas veces se ha visto que al morir el fundador, sus herederos, que noestán a la altura del cargo, al poco tiempo se quedan sin empresa.
En los países civilizados, para ejercer algún oficio que implique riesgos para el público-manejar un autobús, por ejemplo- hay que demostrar conocimientos y responsabilidad. Para ser taxista en Londres se requiere años de escuela y aprobar un examen muy estricto. Y para conducir un país deben sabersemucho más de lo requerido para conducir un autobús: historia, economía, ciencia política, planificación, sociología y estar al día con las buenas prácticas de gobierno. Y como nadie puede saberlo todo, hay que asesorarse siempre con los mejores.
Pero si los líderes de la V República mostraron ser grandes ignorantes,el pueblo también pecó por ingenuidad y confianza en la capacidad de los líderes para gobernar con sabiduría y prudencia al país, creyeron en sus discursos demagógicos y mal intencionados, creyó que el enemigo es el imperialismo, pero, en lo esencial, nada de lo que nos pasa se debe sino a nosotros mismos y a nuestra crasa ignorancia.
