La temporada 2014-2015 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional estuvo cargada de emociones hasta la jornada final, cuando Caribes de Anzoátegui celebró su segundo campeonato.
El cierre deja una gran alegría para los seguidores de la novena oriental, pero también un mal sabor de boca a los seguidores del circuito rentado nacional.
Los diamantes venezolanos no verán más a grandes peloteros que anunciaron su retiro al concluir sus respectivas actuaciones esta temporada.
Robert Pérez, Tomás Pérez, Ramón Hernández y Bob Abreu decidieron colgar los spikes, luego de cumplir carreras sobresalientes en el circuito rentado local y en Grandes Ligas.
Los cuatro toleteros dejan un vacío importante, que seguramente será llenado por nuevos talentos.
El jardinero de Cardenales de Lara (Robert Pérez), pone fin a una carrera impecable en la LVBP, luego de 27 temporadas, todas con el uniforme de los pájaros rojos.
Dueño de varios registros ofensivos en el circuito, comportamiento ejemplar dentro y fuera del terreno, y con una ética de trabajo envidiable, Pérez es el pelotero con los mejores números ofensivos en la LVBP.
Primero en impulsadas (738) y dobles (222), segundo mayor jonronero (125) y hiteador (1.369), y tercero en carreras anotadas (625) en la historia, son guarismos que colocan al nativo de Ciudad Bolívar en el Olimpo de los peloteros criollos.
No en vano, a partir de este año el premio al Jugador Más Valioso de la serie final llevará su nombre.
Por su parte, Tomás Pérez se convirtió en el último jugador que ingresa al selecto club de los 1.000 imparables, donde ahora acompaña al propio Robert Pérez, Luis “Camaleón” García, César Tovar, Luis Sojo, Teolindo Acosta y Víctor Davalillo.
Además, el barquisimetano se despidió de los parques venezolanos con su primer anillo de campeón, luego de 24 temporadas de servicio.
Así mismo, Hernández puso fin a una carrera de 13 años en la que ha formado parte de cuatro equipos campeones, incluidos los últimos dos títulos con Navegantes del Magallanes. En postemporada suma 28 cuadrangulares, la sexta cifra más alta en la historia.
Abreu terminó su último juego en la ronda regular con un promedio vitalicio de .304, el tercero más alto de su organización (Leones del Caracas), entre los peloteros con al menos 1.500 turnos. También ligó 100 dobles (cuarto), 24 triples (quinto), 43 jonrones (quinto) y 258 remolcadas (octavo).
Los cuatro grandes recibieron placas de reconocimiento y realizaron el primer envío en el tercer encuentro de la final en el estadio José Bernardo Pérez.