La historia de la humanidad siempre ha permitido que se hagan los análisis de los altibajos que se tienen en los aspectos económicos, políticos, religiosos y sociales. Quizás existan todavía muchas partes del mundo en que el hombre primitivo haya tenido muy poco avance en los aspectos anteriormente descritos y por tal motivo tal vez puedan ser considerados por la actual civilización como el hombre feliz por vivir de acuerdo a los cambios propios de la naturaleza, que no van más allá de la adaptación de vivir sin preocupaciones.
En esta historia han surgido civilizaciones e imperios y de la misma forma han desaparecido; han aparecido productos de riqueza que el tiempo los ha convertido en pobreza para esa misma generación de pobladores. El hombre se ha transformado de analfabeto a científico de la humanidad, de incapaz a conocedor de ciencias, artes y oficios, que le han permitido cambiar la dinámica mundial, regional y local de cualquier parte del globo terráqueo y todo ello girando alrededor de la inquietud de ese ser que se llama especie humana.
Ese pequeño territorio que hoy llamamos Venezuela no escapa a esa historia. Nos informamos de la historia de sus primeros habitantes y todavía no sé de donde vinieron ni cuándo comenzaron a poblarla más, pero sí puedo afirmar de cómo se alimentaban, que no era de otra cosa que de la caza y la pesca, mas teniendo un clima tan acogedor no tuvieron grandes problemas para su existencia permanente, llegaron otras civilizaciones y comenzaron otros problemas, nuevas necesidades, nuevos requerimientos, otras formas de comportamiento y pare de contar, y así llegamos al sube y baja actual de la era petrolera, todo ello alrededor de la especie humana.
Esa especie humana venezolana todo el tiempo tiene que tener gente positiva y gente negativa, gente emprendedora y gente pesimista, gente que ve riqueza y gente que ve pobreza a su alrededor.
En lo personal desde muy temprana edad me convencí de ser de mente positiva y aprender a ver el santo donde está el pecador, a pesar de las carencias. Esto lo convertí en un activo (superávit), de saber que sólo la dedicación al trabajo hace que la persona surja, que el campo dé frutos, que el poblado progrese, que la región se desarrolle y que la nación se convierta en potencia que permita el liderazgo para garantizar la convivencia social. Por ello emulo a Eddy From: “La vida a mí se me ha hecho fácil porque todo se me hizo difícil”.
Me permito dar las gracias a Jorge Euclides Ramírez por la referencia que hizo en su artículo Kaputt el domingo 25 del presente mes sobre mi persona. Espero que Dios me siga iluminando para seguir cumpliendo mi compromiso por muchos años y no defraudar a mis lectores especialmente a este reconocido intelectual, quien con cada uno de sus artículos es una clase magistral que deja una muy buena enseñanza. Nuevamente gracias maestro en mi nombre y en nombre de todos los integrantes de la Red de Instituciones Larenses, donde tú has aportado bastante y esperamos sigas aportando, y gracias también en nombre de lo demás gremios de los que formo parte.
Hoy, es bien conocido el trágico comportamiento de la sociedad para lograr cubrir sus necesidades básicas, Venezuela es mi país, su país, que como lo describió Laureano Márquez, es una tierra protegida por el Creador y más temprano que tarde surgirán las mentes positivas, la generación de hacedores que nos permitan el equilibrio en nuestro comportamiento.