Ha desarrollado la “revolución” una retórica particular, un verbo desde el cual sus oficiantes creen dogmática y resueltamente, pueden crear situaciones, hacer que deseos se tornen en felicidad suprema instantánea.
El deterioro de lo que va quedando de institucionalidad en el país, la decadencia de la élite militar-boliburguesa al mando queda al descubierto, en esa muestra de soez malandraje verbal con el cual Nicolás Maduro “recibió”, insultó y acusó de recibir dinero sucio (entre otros epítetos y deportivas acusaciones) a Andrés Pastrana y Sebastián Piñera, ex presidentes de Colombia y Chile respectivamente, en visita al país para conocer y enterarse de primera mano sobre la situación de los derechos humanos, la existencia de presos políticos, y el acelerado proceso de deterioro económico y político del país.
Maduro demuestra su preocupación y urgente disposición para interpretar y entender la crisis y el desastre que su padre político le dejó como legado, viajando. Pareciera que la cabina del avión sirve como extraño catalizador de sus ideas, de su capacidad como primer magistrado. Quizá ha descubierto que la distancia y la altitud le ayudan a generar luminosos pensamientos y estrategias para solucionar los dramáticos problemas que agobian a la patria. Esta reciente vocación de turista global, a costa del bolsillo de todos, se suma a la inercia y parálisis que exhibe su gestión, y la de su equipo ministerial, para reconocer, en primer lugar, los cuantiosos errores e inadecuadas decisiones que, salpicadas de fanatismo pseudoizquierdista y estatista, tomó el Ejecutivo en el pasado, generando el actual escenario de recesión, colas y quiebra que inundan los espacios de la nación.
Ya lo han dicho un conjunto de 60 economistas del país, con sólidos argumentos y cifras, en un comunicado que desde las redes sociales, da cuenta del sombrío panorama económico que se le avecina al país, de mantenerse en el tiempo el actual modelo económico y las premisas que lo sustentan. Han afirmado los economistas: “El sector oficialista ha perdido el apoyo de las grandes mayorías de los venezolanos, que ahora ven más de cerca las adversas consecuencias de un modelo económico de inspiración ideológica de izquierda marxista leninista, marcado por el populismo con los recursos petroleros y el endeudamiento masivo; el cual fue abandonado en el resto del mundo y no fue seguido como ejemplo en los países más afines del ALBA”.
La CEPAL, esa “golpista y manipuladora agencia del imperio y de los enemigos del país financiada por la derecha apátrida” (se imagina uno que así la llamará la monserga gubernamental)acaba de hacer público un informe según el cual Venezuela registra un incremento en su índice de pobreza de 25,4% a 32,1% entre 2012 y 2013.
Mientras, Maduro se esfuerza en seguir repitiendo aquella falaz estupidez de la “guerra económica”, negado a poner los pies sobre la tierra. Sigue a años luz de la sensatez y la cordura. Allí, lejos de la realidad.
@alexeiguerra
