Precisamente el Día de Cabudare, habitantes de varios sectores de Los Rastrojos, cerraron la avenida Bolívar que conecta con la vía hacia Zanjón Colorado, como protesta por la contaminación que ha generado el enorme caudal de aguas residenciales que descarga en la quebrada La Mata desde hace varios meses.
Con una serie de obstáculos, entre ellos varios cauchos ardiendo, los vecinos trancaron la transitada arteria vial, esgrimiendo “la ineptitud de la empresa estatal Hidrolara”, ente que conoce la dramática situación.
Con pancartas en medio de columnas de humo negro y un fuerte olor a gas metano que se desprende de las aguas servidas que atraviesan la avenida Bolívar, la gente se expresó pronunciando consignas en contra de la hidrológica.
Meses de pestilencia
“No aguantamos los olores que provienen de la quebrada. No aguantamos las enfermedades que estamos padeciendo. No aguantamos el abuso y la ineficiencia de Hidrolara”, gritaban al unísono los manifestantes.
Erminia Medina, residente del Parcelamiento Santiago Sánchez, recalcó que desde hace unos nueve meses las aguas cloacales que corren libremente por la quebrada La Mata han deteriorado la calidad de vida de los habitantes de este populoso sector.
Comentó que el mismo problema lo padecieron hace nueve años y al efectuar una concurrida protesta en contra de la empresa hidrológica, la situación fue solucionada.
Dijo que luego que colapsaran las redes cloacales en Piedra Azul (La Mora), las aguas fueron direccionadas al lecho de la quebrada.
“Hoy la excusa del delegado de Hidrolara, era que no podían trabajar sobre el colapso de cloacas porque había un panal de abejas en una boca de visita, luego nos manifestó que no tenían recursos, y la tercera excusa era que no tenían tubos”, aseguró.
Rosario Hernández, vecina de Los Frailes, reveló que más de 15 comunidades se encuentran severamente afectadas por las aguas residenciales que caen a la quebrada La Mata.
Puntualizó que Hidrolara realizó trabajos en 2010, en el sitio del conflicto y al parecer la tubería instalada era de poca capacidad, conllevando al inevitable colapso.
Solución para febrero
Jean Moreno, presidente de Hidrolara, declaró que la obstrucción se presentó en un colector de 21 pulgadas, en donde han realizado sondeos para visualizar el taponamiento y drenar el agua existente, pero “la tubería está bastante deteriorada y necesariamente hay que sustituirla en un tramo de 50 metros lineales, colector que está a cinco metros de profundidad”.
Confesó que no tenían la tubería dado es un diámetro que no es fácil de conseguir.
Confirmó que para finales de la semana próxima, la empresa proveedora entregará a Hidrolara la tubería que ya se está fabricando para reemplazar el colector a mediados de febrero.
