Con una eucaristía en el templo matriz San Juan Bautista, iniciaron los actos protocolares para festejar 197 años de la organización de Cabudare como pueblo.
Seguido se efectuó una ofrenda floral ante la estatua pedestre del Libertador en la plaza Bolívar, con presencia de los poderes públicos.
Durante la ceremonia el alcalde José Barreras condecoró a Nancy Aguilar, Naudy Salguero, Carlos Guedez, Mauro Bravo, presbítero Juan Bautista Briceño, Edgar Motoneta Asuaje y comisario Ubaldo Álvarez, con la Orden Ciudad de Cabudare, en su única clase, por su destacada participación en la consolidación de la entidad local.
El grupo Kantoría Cabudare interpretó las notas del Himno Nacional y los himnos de Lara y Palavecino, acompañados del Coro de La Alcaldía.
Asimismo, el mandatario local, decretó al grupo Tamunangueros de Palavecino, Patrimonio Cultural del municipio.
Cabudare, lo que era
Como orador de orden fungió el destacado periodista José Luis Yépez, quien dio comienzo a su disertación con una cita del historiador Francisco Cañizales Verde: “En lenguaje aborigen Cabudare significa puerta de los llanos. Su espléndida topografía semeja una espaciosa antesala que une las últimas estribaciones de los Andes majestuosos con las llanuras ilímites de nuestra deslumbrante geografía”.
Añadió el periodista otra referencia como hipótesis al posible topónimo: “El doctor Gustavo Rojas Lugo y el maestro Renato Agagliate, escribieron que el topónimo es Kabudari, escrito en lengua Arawaca, cuyo significado es Árbol Grande, lo cual nos vincula a las antiguas especies vegetales de gran tamaño como la Ceiba y el Jabillo Blanco, incluso con la vida de los aborígenes Ajaguas, ancestrales pobladores en alguna de las comunidades de este otro lado del Turbio”.
Apuntó el orador citando a otro cronista que ejerce el periodismo en el municipio Palavecino, que “Sin el suceso histórico del 27 de enero de 1818, se hubiese negado la edificación de una escuela, un camposanto, las primeras pulperías y nuestro templo matriz. Se consolidó el casco urbano separándolo de los solares productivos como El Carabalí, Bureche, El Mayal, edificándose en Cabudare las sedes de los servicios públicos, y es que éramos tan pequeños, que el primer cementerio, estuvo ubicado en las márgenes de la hoy Escuela Valmore Rodríguez.
Yépez mencionó una investigación adelantada por la Oficina del Cronista de Palavecino, Taylor Rodríguez García, en donde aborda la llegada de la familia Ponte a Venezuela y especialmente a Cabudare. Asegura el cronista, que el primer Juan de Ponte y León que vino a Cabudare, se ubicó en una hacienda hacia el sitio de Los Cristales, terrenos del ahora municipio Simón Planas.
Para 1818, algunos documentos revelan que don Juan de Ponte, aparece donando parte de sus predios para establecer el poblamiento definitivo de Cabudare, ocurrido a partir del 27 de enero de ese año.
Palavecino para vivir
Yépez oriento pla parte final de su discurso en la construcción del nuevo municipio, argumentando: “Son muchos los hombres y mujeres que han dejado huella, con su activismo en procura de un mejor Cabudare, un mejor municipio Palavecino, un municipio para crecer, para progresar, un municipio para vivir. Sirve esta fecha también para hacer un alto y reflexionar sobre los caminos que aún nos falta transitar, tomando en cuenta la actual coyuntura nacional.
No pasó por alto Yépez, los problemas actuales del municipio, que son los mismos del país, arguyendo que “una vez más, la grandeza de este pueblo se pondrá de manifiesto para construir caminos de entendimiento y gobernabilidad. La inseguridad, la inflación, el desabastecimiento, la intolerancia y la incertidumbre deben dar paso al desarrollo de todas nuestras fuerzas productivas y a nuestra capacidad de emprendimiento para mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos”.
Advirtió el orador que en Palavecino brota la voluntad de cambio. “Eso se observa en cada esquina de esta tierra. Sigamos sembrando las semillas que propiciarán una reconciliación de fraternidad y amor para que Venezuela sea una tierra bendecida por Dios y la naturaleza, pero también por su liderazgo. Por sus visiones y por los sueños de la gente que aspira una vida mejor. Es tiempo de reunir bajo una misma bandera, la voluntad de acero que construirá la República del desarrollo humano. De los valores de libertad, democracia, respeto y productividad”.
Año del pensador Ezequiel Bujanda
Antes de concluir la sesión especial con motivo del Día de Cabudare, el alcalde José Barreras, previo permiso de la cámara municipal, luego de ofrecer bendiciones para la ciudad, anunció que con motivo de los 150 años del nacimiento del intelectual cabudareño Ezequiel Bujanda, el Ejecutivo municipal a tenido a bien decretar el 2015 como año jubilar, nombrando a una comisión de once personas bajo la dirección del cronista Américo Cortez, para organizar las actividades culturales.
“Decretaremos el año jubilar del poeta cabudareño Ezequiel Bujanda, al cumplirse 150 años de su natalicio. Por tanto, en las semanas sucesivas, anunciaremos el grueso de actividades a efectuarse para conmemorar tan digna fecha”, enfatizó Barreras.
Asimismo, el gerente municipal, enumeró una serie de obras para la ciudad que serán inauguradas este 2015, comenzando por el Bulevar de la Plaza Bolívar, con 10 puestos para la economía creativa y una zona rental en el piso superior para el disfrute de los visitantes.
“Estamos construyendo también el Mercado para la Economía Creativa con 59 puestos para reorganizar y despejar la economía informal de la avenida Libertador; así como la rehabilitación y remodelación del Viejo Mercado Municipal”, comentó Barreras, agregando que en los meses siguientes, iniciarán la construcción del nuevo Mercado Popular La Cruz, con 856 puestos para reubicar el mercado itinerante de los miércoles.
