La historia de Cabudare ha estado plasmada de momentos imborrables, de luchas que hicieron inevitable su consolidación como pueblo.
El significado del 27 de enero de 1818, fecha que se conmemora como el Día de Cabudare a partir de 1997, no es más que una reunión que se efectuó en predios de la hoy plaza Bolívar, con personalidades ilustres de aquel momento quienes diligenciaron para organizar el pueblo.
Sobre ese aspecto, a finales de 1817, cuatro vecinos de este sitio: Don Antonio García Tacoronte, don Antonio Ponte, don Antonio Morante y don Miguel Bernal, enviaron correspondencia al gobernador eclesiástico, presbítero Manuel Vicente Maya, “exponiendo que habiendo aumentado el vecindario de dicho sitio de Cabudare -tenía ahora 4.467 habitantes-, y alegando los motivos del Obispo Martí y las dificultades para asistir a los oficios religiosos al pueblo de los Cerritos de Santa Rosa y exponiendo otras razones, pedían la creación de la parroquia Cabudare, comprometiéndose además, sufragar los gastos de sostenimiento del cura y del culto”.
Así lo enfatiza el profesor Américo Cortez, cronista de Cabudare, citando al Hermano Nectario María, adicionando que la denominación del 27 de enero de 1818, fue la fecha de inicio de la organización del sitio y no el tercer y definitivo poblamiento, “porque pareciera que el pueblo sufrió dos mudanzas y se asentó en un tercer momento en lo que hoy es el casco central de Cabudare”.
En febrero de 1779, el obispo de Venezuela, Mariano Martí, señaló que en Cabudare y sus alrededores habitaban 3.344 almas.
Cortez cita también a Nicolás Federmann (explorador y cronista alemán 1505-1542) “consiguió en el Valle de Barquisimeto, más de 20 mil caquetíes, lo que suponemos como hipótesis de trabajo, que el sitio de Cabudare estuvo rodeado de indígenas”.
Para el cronista, el poblamiento definitivo de Cabudare, no existe ni existió, porque el pueblo no se terminó de poblar en la mencionada fecha, de hecho ese día lo que se pudo hacer fue la instalación de una cruz porque las autoridades de Barquisimeto, Santa Rosa y Yaritagua, no otorgaron ni un palmo de terreno como lo anota el Hermano Nectario María, en su publicación del Centro de Historia Larense de 1944, titulado Historia de los Orígenes de Cabudare.
Los avatares de los ilustres cabudareños no concluyeron ese 27 de enero de 1818, pues, apenas avivó la hoguera de quienes anhelaban la constitución de un pueblo organizado.
El 1º de abril de 1818, se crea la parroquia eclesiástica y no fue hasta 1834 cuando se terminó de construir el templo parroquial y fue inaugurada solemnemente un año después.
Cortez apunta que en abril de 1818, sitios como Cocorotico, Morita, Rastrojos, Mayal y La Loma, aun pertenecía a Barquisimeto, eso quiere decir que la evolución histórica de Cabudare no se puede medir por un asentamiento o poblamiento, porque no fue así, ni tampoco tuvo fundación.
Muchos años después, incluso luego de la entronización de la iglesia matriz San Juan Bautista, aun Cabudare no poseía un Gobierno civil que fuera garante de sus destinos políticos administrativos.
La autonomía civil de Cabudare alcanzó su completo desarrollo en 1º de mayo de 1844, con su elevación a la categoría de Cantón, designación que llevaban entonces los distritos.
El patronato de Cabudare
Los ilustres cabudareños antes mencionados: Ponte, Bernal, Morante, García, hijos de canarios y españoles, propietarios de las haciendas que integraban el sitio de Cabudare, también decidieron el patronato que identificaría el lugar, escogiendo la Virgen de la Candelaria, de gran ascendencia sobre una parte importante de Europa.
El cronista de Cabudare, alega que esta Virgen no tenía arraigo sobre la población criolla de Venezuela, razón por la cual eligen como patrón de la iglesia a San Juan Bautista.
“Cuando los españoles comenzaron a emigrar a su lugar de origen, la importancia de la Candelaria para el pueblo de Cabudare comenzó a cesar, porque simplemente fue una imposición de los terratenientes de aquel remoto momento”, recalca Cortez, agregando que efecto contrario se notó con San Juan Bautista, patrón sentimental de los cabudareños, quienes celebran cada 24 de julio, día del santo y día de la inauguración del templo matriz, con una gran romería, procesiones, toque de tambores y fuegos artificiales.